martes, 30 de junio de 2009

Una noche rara

Por segundo año consecutivo tuve la oportunidad de acudir a la gala de los premios de la Academia de la TV que se volvieron a celebrar en el Casino de Aranjuez ante un numerosísmo público. Unos premios que intentan ser algo así como los "Oscar" pero que necesitan ir mejorando para conseguirlo.
Primer acierto de la gala: La Cena.
Parecerá una tontería, pero el año pasado la gala comenzó a las 10 de la noche y no terminó hasta las 12, y hasta entonces no se sirvió la cena. A alguno casi le da una lipotimia. Este año nos pusieron algo de comer mientras se iban dando los premios. Para el año que viene sería fantástico que incluso nos pusieran de cenar de verdad, un poco escasitos...
Cuéntame, la eterna ganadora.
La popular serie de TVE, Cuéntame como pasó se llevó un montón de premios... como cada año. No negaré la calidad de la trama de los Alcántara, pero si de verdad los premios de la Academia de la TV quieren ser reconocidos la cosa debería estar más repartida. No es normal que Imanol Arias se haya llevado más de cuatro años el premio al mejor actor (este año se lo ha llevado Paco León gracias a su impresionante Luismi de Aída). En España hay muchas, muchísimas series de ficción, en las que se hacen cosas maravillosas. Es posible que el resultado de las votaciones tenga que ver con los gustos generacionales de los académicos...
Abuirridillo.
Todas las galas de entrega de premios suelen ser aburridas. Ésta, no fue soporífera, pero tampoco logró sacar al respetable de cierto hastío después de los seis primeros premios. Así que mucha gente salía al Hall del casino a charlar y hacer contactos. Allí me encontré con mi amigo Antonio Garrido, que está que se sale tras Identity, La Chica de ayer y ¿Quieres ser millonario? Me alegra ver que Antonio se ha instalado definitivamente en ese status, alguien que he visto crecer desde el Instituto, en el edificio Goles de Sevilla, en Salteras, en el CAT... Son muchas coincidencias y verle siempre es un placer.
Lo Mejor:
Como suele pasar, lo mejor fue lo que no estaba previsto. Resulta que le dan a Concha Velasco el premio a toda su carrera, un homenaje merecidísmo, por cierto. Sale Concha. Aplausos. Concha habla. Aplausos. Concha se emociona. Aplausos. Concha se despide. Aplausos... Y de pronto, ni corta ni perezosa, Concha agarra el micro y canta La Chica Ye ye a pulmón, para deleite de los asistentes.
Para cuando comenzaron a dar los premios autonómicos la sala se había quedado vacía, algo que también deberá arreglar la Academia si quiere de verdad representar a todo el panorama televisivo del Estado y no a un grupo que vive en Madrid. En España se hace muy buena tele, y casi toda, fuera de la capital.
Ánimo a la Academia porque va en el buen camino y felicidades a los premiados.

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