Esta madrugada Pau Gasol ha vuelto a hacer historia siendo el primer español que gana un campeonato de la NBA. Cuando los locutores de Radio Marca pidieron al legendario comentarista Ramón Trecet que comentara sus sentimientos el pobre no pudo terminar de leer lo que llevaba escrito y terminó llorando de la emoción. El triunfo de Pau con Los Ángeles Lakers es una hazaña sideral comparable a la llegada del hombre a la luna, y no exagero ni un ápice.
Hace 50 años en España el baloncesto se jugaba en canchas al aire libre y el jugador más alto apenas llegaba al 1,90 mientras en EE.UU. había un chico llamado Chamberlain que metía 100 puntos en un partido y medía 2,10; había varias ligas profesionales y era un deporte de masas. El camino recorrido por los jugadores españoles en este deporte va más allá de lo imaginable y es ahí donde hay que enmarcar este nuevo hito. Gasol es el segundo jugador más bueno del mejor equipo del mundo y el más famoso de todos, el de más glamour, el más "galáctico", un chiquito de 2,16 que cuando nació (1980) su país comenzaba a despuntar en este deporte (4º en el mundial de Colombia).
Hoy todos nos parece normal, que Nadal sea nº 1 del mundo de tenis; que Alonso sea bicampeón de F-1; que el Barça lo gane todo y que Xavi sea el mejor jugador de la Eurocopa (no Cristiano Ronaldo); que Gasol gane la NBA... Pero hubo un tiempo en que las cosas no fueron así. Y es gracias a gente como Ramón Trecet que mucha gente se aficionó al baloncesto con su programa "Cerca de las estrellas", que hacían los viernes y los sábados de madrugada, donde descubrimos la liga americana. Gente que ha hecho del deporte español lo que es, uno de los mejores del mundo.
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