martes, 25 de noviembre de 2014

Violencia machista y redes sociales

Afortunadamente, nada parece estar ocultando el Día contra la Violencia Machista. Hoy los medios le están pudiendo dedicar el tiempo que merece a esta lacra sin que otros asuntos de actualidad lo releven a un segundo plano. Menos mal. Y es que hoy se cumplen 10 años desde que se aprobó la Ley Integral contra la Violencia de Género y es momento de hacer balance y análisis. Hay varios muy buenos y éste post no pretende ser uno de ellos. De todo lo ocurrido en estos 10 años, lo peor son las víctimas (más de 700!!!!!!) y el hecho de que los jóvenes no se estén concienciando lo suficiente contra esta lacra. El ejemplo y mi aportación es la violencia machista en las redes sociales.
 
La ley no cuenta con las redes sociales... Pero es que las redes sociales no existían en 2004... ¿No me creéis?
- Facebook nació en febrero de 2004. Hasta 2007 no fue traducido al español.
- Twitter nació en 2006. Si hace sólo 8 años.
- Tuenti es de 2006
- Instagram nació en 2010
- YouTube es de 2005.
 
Todas, menos Facebook, que todavía sólo actuaba en las universidades americanas de prestigio, son posteriores a 2004 y era imposible saber el impacto que tendrían en nuestra juventud.
 
Pero estamos en 2014 y hoy si no tienes perfiles en todas o en casi todas estas redes sociales y tienes menos de 25 años eres un bicho raro, raro. Hoy todo está ahí. La vida es eso.
Y las redes sociales, tan buenas para tantas cosas, también esconden sus peligros, y uno de ellos es la violencia machista.
"Que haces poniendo esa foto tuya en Instagram", "¿Quien es ese nuevo amigo que tienes en Facebook?" "No le has dado a me gusta a lo que he subido"... Las acciones más normales del uso de las redes sociales son una buena excusa para los maltratadores y así poder ejercer su violencia a "escala digital". Y ese es el mismo principio que veían generaciones anteriores de mujeres maltratadas a las que su novio comenzó contralando la ropa que se ponía o las amigas con las que paseaba.
- "Si no me das las claves de tu correo electrónico es que no me quieres y no confías en mi"; "Borra a esa amiga de tus lista, es una zorra y sólo quiere hacérselo con tíos"; "No sigas a ese tío en Twitter, que sé que le gustas"...
 
Hay mil maneras de ejercer la violencia machista a través de las redes sociales.
 
No tengo la solución para esto. No creo que sea únicamente tipificar como delito todas estas actuaciones, algo que debería hacerse sin duda. Creo que el fallo está en la educación. En estos 10 años nos hemos centrado en el cumplimiento de las penas, de castigar a los maltratadores y en proteger a las víctimas, cosa que por supuesto había que hacer; pero no sé si ha sido la crisis o nuestra escasa capacidad para ver más allá de las próximas elecciones, no hemos sido capaces de inculcar a nuestro jóvenes la brutalidad que supone la violencia machista.
Los chavales repiten patrones que ven en los mayores, imitan a sus ídolos y adoptan los roles que ven a su alrededor adaptándolos a su entorno. La facilidad que dan las redes sociales han hecho el resto.
Pero seamos optimistas (por una vez).
Las redes sociales han dado rienda suelta a un montón de actitudes generadoras de violencia contra las mujeres pero, sin las usamos con inteligencia, también pueden ser generadoras de buenas conductas.
La educación en igualdad, la generación de buenos patrones de conducta y enseñar a los jóvenes a vivir como iguales no puede hacerse obviando las redes sociales y es más, éstas son el aliado perfecto para transmitir esos valores por la confianza que generan en los usuarios los mensajes que nos llegan a través de amigos. El virus y la vacuna.
El mejor maltratador es que no existe. Y eso sólo se logra con educación. Y la educación tiene que contar con las redes sociales si quiere tener éxito. Hay problema, hay solución. Pongámonos a ello porque mañana, la cuenta seguirá subiendo... Y ya van más de 700!!!!!

lunes, 3 de noviembre de 2014

Una lección de vida

A veces el deporte no es levantar una copa enorme con dos orejas a los lados. A veces, el deporte no es marcar más goles, ni más canastas que el contrario. A veces, el deporte no es saltar o correr, o nadar más que nadie. A veces, el deporte es otra cosa. A veces es simplemente una lección de vida, algo que nos enseña que hay que intentar ser mejores personas cada vez que nos levantamos de la cama.

Lauren Hill había terminado sus estudios en su High School de Indiana y además, era una buena jugadora de baloncesto. Tan buena como para que la Universidad Mount Saint Joseph, en Cincinnati, la incorporara a su equipo como estudiante de primer año. Pero sólo tres meses después, en Noviembre pasado, le fue diagnosticado un tumor cerebral rarísimo e inoperable. Así que se quedó toda la temporada pasada sin poder jugar, luchando contra un final inevitable.

Pero el deporte tiene cosas maravillosas. La liga universitaria (NCAA)  adelantó 13 días el inicio de la temporada del campeonato femenino de baloncesto para permitir que Lauren pudiera cumplir su sueño y disputar al menos un partido de ese torneo. Los médicos le habían dicho que el tumor había crecido mucho que que no le quedaba mucho tiempo, así que la liga decidió ese adelanto.

La fuerza de Hill es una enseñanza para todos. Fue esa fuerza la que le permitió pedirle al entrenador de su equipo que le permitiera disputar un partido oficial. A raíz de ese pedido, las autoridades de su universidad solicitaron una excepción a la NCAA, que dispuso que el primer encuentro de la temporada, que el equipo de Hill debía disputar el 15 de noviembre como visitante ante Hiram College, se adelantara para el 2 de noviembre y se haya jugado en el estadio de la Xavier University, también en Cincinnati, con capacidad para más de 10.000 espectadores.

A los niños habría que ponerle más videos de estos y menos de los nuevos peinados de Cristiano, o las nuevas botas de Messi. Quizás así aprendan algo de utilidad viendo los deportes. Algo que les sirva para ser mejores personas.