No soy padre (ya me gustaría a mi) y corro el riesgo de hablar sin saber lo difícil que es esa tarea, pero está claro que algo estamos haciendo mal con las generaciones de chicos consumistas que hemos creado y que en estos tiempos de crisis están casi tan desconcertados como sus padres. Les hemos querido dar de todo sin que aprendan a valorar lo que valen las cosas y ahora que no podemos satisfacer sus "necesidades" los chicas y las chicas están desesperados, enfadados y con un estado de ansiedad impropio de gente que debería estar más pendiente de estudiar y divertirse con menos.
Ana Pantaleoni publica hoy un reportaje en El País que habla de la oportunidad que tenemos en esta época de crisis, de recuperar algunos valores para los jóvenes y los niños como el esfuerzo y el valor real de las cosas frente al consumismo desenfrenado en el que estábamos instalados. Hay que hacer de la necesidad una virtud y enseñar a los más pequeños que el dinero no sale del cajero sin más, que un MP3 de última generación no es lo más importante en la vida, y que no hay que comprarse ropa todos los fines de semana.
Hay jóvenes que incluso llaman a sus padres "perdedores" o "vagos e irresponsables" por perder su trabajo y no poder atender a lo que ellos consideran "sus necesidades". Puede que los niños de hoy sean unos desagradecidos, pero la culpa de que sean así no la tienen ellos, la tenemos los demás, creando modelos de vida basados en criterios del tipo "tanto tienes tanto vales", "lo quiero, lo tengo". Menos Play y más cuentos. Menos ropa de marca y más chándal heredado de tu hermano. Quizás, después de todo, un poco de crisis sirva para algo.
3 comentarios:
Tienes toda la razón...
Sabes que les falta también? Atención y sentirse queridos, pero de verdad. Yo estoy todo el día con niños, es un lujo para mi, y si vieras como cambia el que tiene más problemas de comportamiento, si se siente querido, atendido, entretenido porque juegues, hables o trabajes con él...?!
Un saludito.
Aurora.
yo que soy cuatro veces padre, te doy toda la razón
Totalmente de acuerdo,Sergio.
Dicen los psicólogos que toda crisis conlleva o reclama un cambio. Aprovechemos esta cuesta abajo para que los jóvenes que llevan trabajando 5 meses no se compren un coche de una cilindrada que ni sus padres, después de 30 años trabajando se pueden comprar.Menos fantasmadas, y más sentido de la responsabilidad. Y que no nos engañen más los bancos, y sobre todo, que no nos dejemos engañar. Los créditos no son regalos, son flechas envenenadas. Y los jóvenes son muy proclives a correr riesgos, la naturaleza así lo requiere. Que no abusen los mercados bancarios de las debilidades ajenas
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