jueves, 2 de abril de 2009

El metro que nos cambió la vida


Cuando era un chinorri para mi el metro era normal. Nací en la Barcelona de los 70, de padres andaluces, un charnego cualquiera vaya, y allí ir de un sitio a otro significaba coger el metro. Por eso, cuando llegué a Sevilla me extrañó que no hubiera uno pero mi mente de niño se tranquilizaba cuando los mayores me decían "mira, esas obras son del metro de Sevilla". Pensaba que no tardaría en sentirme como en casa... Y han pasado 30 años.
Las personas que no hayan vivido en una ciudad con metro no se pueden imaginar el cambio que va a suponer eso para la movilidad de la ciudad. Es un medio rápido, limpio y eficaz. Las distancias se relativizan enormemente y no se miden en kilómetros sino en "estaciones" o en minutos. Tener metro es ser ciudad.
Los agoreros de siempre que tenemos en Sevilla llevan años pregonando las maldades del metro.Aseguran que eso no lo va a coger nadie, que no vale para nada, que es inseguro, que si patatín, que si patatán... Son los mismos que decían que la Expo iba a ser un fracaso, que peatonalizar Tetuán era una barbaridad, que hacer lo mismo con la avenida de la Constitución y con la Plaza Nueva iba a matar al centro, que el carril bici no serviría...
Pero el metro no está acabado y nunca lo estará. Que lo sepa todo el mundo, la ciudadanía y los políticos, y si no miren los ejemplos de Madrid y Barcelona, que a día de hoy siguen y siguen haciendo nuevas paradas y alargando las lineas. En Sevilla se abre la linea 1y quedan 3 más así que más le vale a la Junta seguir con el ritmo actual si quiere que toda esta inversión tenga verdadero sentido.
La obra ha tenido varios problemas y eso no se puede negar: dos accidentes: la caída de una viga que cruzaba la SE-30 y el hundimiento de un kiosco ambos con el resultado de 0 muertos y 0 heridos. ¿Son muchos? Yo creo que en una obra de esa magnitud no. Podríamos haber tenido 0 accidentes... Pero eso es la perfección. El otro problema: el retraso. Años de retraso. Si contamos desde que llegué a Sevilla me salen 30 años, si hablamos del proyecto que ve ahora la luz un par. Es mucho. Estamos en lo de siempre, ¿no habría sido más fácil decir que las obras tardarían diez años en vez de ocho?
De todas maneras, dentro de un año no nos acordaremos de eso y nos quedará para siempre este nuevo transporte que nos lleva a sentirnos más ciudad, más urbanos, más tranquilos sabiendo que vivir en Sevilla es ahora, vivir en una urbe.

1 comentario:

Anchama dijo...

Vivo en Mairena e imagino que el metro me vendrá bien tanto si lo cojo como si no, pues el tráfico estará más descongestionado, y ya no tendremos que salir a las 6.15 de la mañana para entrar a trabajar a las 8h.
El único inconveniente que le veo, es que por ejemplo para S. Juan, le pilla una zona complicada antes de entrar en el centro del pueblo. Que en Mairena, han empezado en Ciudad Expo y la gente que vive literalmente en el pueblo tendrá que coger un autobus para poder acceder a él. Por lo demás, opinaré cuando me monte.
Pero el metro es un lujazo, por todo lo que has expuesto.