martes, 17 de febrero de 2009

Un debate que va más allá de la nomenclatura


No quisiera ponerme pesado con el caso de Marta del Castillo y menos aún parecer morboso, pero éste asunto ha levantado diversas polémicas que se derivan de un hecho tan doloroso como éste y que creo que tienen que ser analizadas en una sociedad democrática como la nuestra. Una es la aparición en televisión de la última novia del presunto asesino, una chica de 14 años que salió ante las cámaras junto a su madre para explicar mil y un detalles de la vida que mantenía junto a Miguel C.. Otro asunto es el debate abierto entre los que opinan si es o no un delito de violencia machista. Hoy hablo de eso.
La familia de Marta aseguró que la relación entre la chica y el detenido no podía ser considerada de noviazgo y esa declaración ha sido utilizada por algunos para decir que en ese caso este asesinato no podía ser calificado como violencia machista, al no haber relación entre los dos jóvenes. Los que piensan esto no se han dado cuenta del cambio de nombre que, en general, se le está dando a estas salvajadas.
En un primer momento, hasta hace tres días como aquel que dice, a estos crímenes se les llamaba "crimen pasional". Como si fuera un acto de pasión arrebatadora la que condujese a los asesinos a acabar can sus víctimas. Algo así como que "es que la quería tanto que no lo pudo soportar".
Luego avanzamos a la "violencia doméstica", porque era en la casa donde se desarrollaba en mayor medida. Un lugar común que se convierte en un infierno para aquellas mujeres que esperan con temor la llegada de sus compañeros. Pero entonces nos dimos cuenta de que esos burros no sólo mataban en casa, lo hacían en plena calle, a la salida de un bar... Allá donde pudieran o donde las órdenes de alejamiento les permitieran.
Y así llegó la "violencia de género", que es la que ejerce un género contra otro. Pero ya nos salieron los que dicen que también valía aquellas barbaridades que algunas mujeres hacían con sus maridos para que entraran por el mismo resquicio legal. Palabras, palabras.
Por eso hay que hablar de "violencia machista", que es aquella que un hombre ejerce sobre una mujer por el hecho de serlo ésta. Y da igual que hayan sido novios un mes o se hayan dado un beso en una discoteca y ella ya no quiera más; no importa si el bruto comete su tropelía en una casa, un bar o la plaza del pueblo y sí, es la de lo hombres contra las mujeres. Porque es la mayoría y es la que tiene que ser tratada de manera diferente porque sus causas y condicionantes lo son.
Por tanto, lo que presuntamente pasó en Sevilla con Marta del Castillo es violencia machista, y eso lo tenemos que tener todos claro para ver el caso con la perspectiva adecuada.

PS: La ilustración es prestada y viene de la mejor fuente posible. Gracias R.

3 comentarios:

Anchama dijo...

Yo ampliaría también el conflicto a si ha sido homicidio o asesinato, ya que depende de si la arrojaron al rio viva o muerta. A mi particularmente, me da igual como se llamen a las cosas, lo que si me gustaría es que este individuo, tanto el asesino (y yo no utilizo la palabra presunto, porque él mismo ha confesado el crimen)como los incubridores paguen por lo que han hecho y con la máxima pena. Pues nadie es dueño de la vida de nadie.
En este país ya va siendo hora de que se haga justicia y de verdad; que estos asesinos no entren por una puerta y salgan por la otra dos días después.
Y ójala pronto aparezca el cuerpo de Marta, porque puede darse el caso de que sin cuerpo no hay delito, y no sería justo. Estos chicos han de pagar.

marikilla dijo...

Si en este pais durante meses el galán oficial ha sido "El Duque" (asesino,traficante, posesivo, proxeneta etc)
ahora no podemos rasgarnos las vestiduras.
Me he preguntado alguna vez si a esta pobre chica le gustaría esa serie.
No podemos decirle a los niños una cosa y la contraria continuamente.
La violencia de género se combate con la educación, y no me refiero solo a la educación en las escuelas.
Para mi es un claro ejemplo de asesinato machista.
Me alegro de ver tu blog!
1b.María

Anónimo dijo...

la nomenclatura es importante. claro que si. el lenguaje nos ayuda a entender y a explicar lo que ocurre a nuestro alrededor, a visibilizar o a ocultar realidades. A Marta, como otras mujeres, las matan sus parejas o ex parejas porque las quieren controlar, dominar y ante la imposibilidad de ello, las humillan, las vejan y a muchas de ellas, las asesinan. Es violencia de género, porque las matan por el hecho de ser mujeres, es violencia machista, porque está sustentada en estereotipos de una cultura patriarcal, que dice qué deben hacer las mujeres y qué los hombres. El machismo mata, pero la ruptura del machismo mata más.