La paciencia posible

Sé que pedirle paciencia a un padre que no sabe nada de su hija desde hace dos semanas, y hacerlo cómodamente desde mi casa es una injusticia absoluta, por eso no se lo voy a pedir a él ni a nadie de su familia y amigos que deben estar destrozados. Distinto es el resto de la sociedad que debe saber lo importante que es, en estos momentos, mantener la calma.

Reclama la familia de Marta del Castillo mayor información policial y más medios para encontrarla y no dudo que que cuantos más medios mejor. Pero este caso me recuerda en muchas cosas al de Mari Luz (ojalá el final sea diferente y encontremos a la sevillana con vida). En el caso de la niña de Huelva parece que la familia tuvo dudas de las pesquisas que llevaba a cabo de policía, y que de veras creyeron por un tiempo que estaban completamente perdidos. Pero me temo que hay otras razones.

Lo más seguro es que la policía no le esté diciendo a la familia todo lo que sabe y es normal. Se trata de una familia anónima, sin experiencias en este tipo de situaciones y enfrentada a tener que hablar con la prensa cada día. ¿Cómo se le podría pedir a estas personas discreción en el caso? Todo lo que la policía le diga a la familia de Marta está claro que se va a saber, es por ello normal que la policía no quiera interferencias, que quiera parecer perdida. De esa forma, los culpables de su desaparición no se sentirán seguidos y será más fácil atraparlos.

Confiemos pues en la policía, y tengamos, los que podemos, un poco de paciencia.