martes, 3 de febrero de 2009

Manuel Vicent, el pintor de historias mediterráneas


Hay escritores que escriben y hay escritores que pintan. Manuel Vicent es de los que en vez de libros, hace cuadros de 200 páginas. Su última novela, León de ojos verdes (Alfaguara) así lo atestigua. El escritor y periodista valenciano retrata en su nueva obra un paisaje de colores pastel de un verano en plenos años cincuenta en el Hotel Voramar de Benicasim como si fuera una pintura de Sorolla mezclado con realidades de la época.
Vicent sabe envolver al lector con palabras sensuales e historias que mezclan lo cotidiano y lo fantástico que acaba por trasladarnos a un sueño que parece real, o a una realidad que quizás fue sueño. Cada capítulo es una historia que se mezcla con las anteriores mientras pasa el verano y pasa la vida de los habitantes de ese hotel en el que el mundo de Manuel, se supone que el propio Vicent, pasa de la adolescencia a la madurez definitiva.
Los personajes de León de ojos verdes son todos reales y ficticios. ¿Y eso qué quiere decir? pues que son como un cuadro. Son gente que se las reconoce perfectamente pero que no son en si una fotografía fiel y realista, sino que están pasadas por el pincel del artista. Y ahí vemos a un coronel en tierra que disfruta de marino, a guapos asesinos, a inválidas y viejos enamorados que se reunen de una u otra manera alrededor de ese león que preside una escalinata del hotel balneario. Todos, girando alrededor del rodaje de una película (verdadera pasión de Vicent) y de una chica francesa que se llama Brigitte Bardot y que quiere participar en la cinta sin que el director esté seguro de si la joven es buena actriz.
El pintor de historias nos lleva una vez más al mediterráneo, a la cuna de todo. Donde el mar, la pasión y la vida se unen como en ninguna parte. Vicent nos pinta una novela en la que el argumento está de más. Los colores. Los colores de la vida. Los colores de los recuerdos.  

5 comentarios:

Anónimo dijo...

completamente cierto lo que cuentas de Vicent. Yo estaba enganchado a unos retratos que hacía de escritores en El País. Con tanto autor crispado, joven rebelde postmoderno o experimentados en la nocilla, Vicent nos devuelve al placer de la lectura como quien se adentra en un paisaje. Un abrazo y besos de mi sobri, aunque no te conozca

laportademanolomartinez dijo...

Los artículos de Vicent los domingos en el país son un punto y aparte con el resto de los columnistas. Comparto tu opinión, Sergio, lo has definido tal cual es.

Anónimo dijo...

Sergio, qué piensas del video de Wyoming y la becaria??

Aurora dijo...

Hay una canción de Ismael Serrano que se basa en un artículo de Manuel Vicent "Los Torpes": "Las discotecas cierran a las ocho de la mañana porque hay gente muy torpe que necesita mucho tiempo para ligar...", jajajaja!!!
La canción es un tema inédito, solo lo he esscuchado una vez. El artículo es genial.
Aurora.

Verònica dijo...

Es cierto, muy bueno el articulo, a eso es que nos tenes acostumbrados, solo puedo decir que algun dia las lìneas de Manuel llegaran a mis ojos y que en dias bastante grises solo quisiera ser un personaje y que el me transformara con su hermosa paleta de colores...
Besote Sergio!!!!
Vero.