Querida Julia:
Verás, quizás nunca llegues a conocerme bien y por eso es bueno que sepas que te quiero y que siempre has tenido un hueco en mi corazón. Y por eso, y por muchas cosas más te voy a contar algunas cosas que son importantes que conozcas para que sepas de dónde vienes y donde estás, para que mires lo que te rodea con ojos ávidos y no te pierdas nada.
Cuando tus padres te engendraron otra niña le daba calabazas a su pretendido padre y se iba con otro que le ofrecía más ilusión y menos de lo mismo. La niña de Rajoy la llamaban.
Naciste en una ciudad preciosa, por más que algunos intenten cargársela a base de dejarla como estaba. Unos que no entendían que tu vivirás en el siglo XXI y que te hará falta un lugar moderno y adecuado a tus necesidades para vivir. Y que eso no está reñido con las maravillosas tradiciones que seguro que sigues viviendo como las vivieron antes otros. Pero esa avenida que ahora ves, esas avenidas por las que vas en bici, antes eran coto privado de coches. Si, ya sé que parece increíble, pero la Plaza Nueva era una parada inmensa de autobuses.
Confía en esa Andalucía que te ha visto crecer. Otros no lo hicieron pero desde hace tiempo que nosotros, los andaluces, tomamos las riendas de nuestras vidas y hemos avanzado más que nadie. Seguro que tu lo ves hoy. Pero recuerda que eso no siempre fue así, que hubo un tiempo en el que éramos los últimos de la fila para todo. Te toca valorarlo y cuidar ese legado.
Y cuando vayas a otras partes de España no mira al frente y comparte con la gente las cosas que te son iguales, que son muchas, que no te engañen. Porque tu destino está unido al de millones de personas que se sienten como tu. Sé lista y aprovecha lo que nos une, porque el éxito reside ahí.
No dejes pasar los días. Ni uno sólo. Cada mañana, al levantarte, intenta que esas 24 horas te sepan a gloria, que cuenten. Vive cada día con la ilusión del primero y no con la angustia del último. Mira al cielo, a los árboles, a los ancianos y a los niños. Observa el mundo que te rodea porque en él encontrarás las respuestas a tus anhelos, a tus dudas. Tú tienes todas las preguntas y este planeta todas las respuestas, aunque a veces no las veas.
Tienes que saber que tu madre es una mujer maravillosa, que tienes una tía cascarrabias pero que es genial aunque ella misma intente disimularlo, que tus abuelos siempre te desearon y que tu padre te adora hasta donde es difícil llegar.
Estás aquí porque otros han querido. Pero es un regalo que no puedes devolver así que es mejor que lo disfrutes lo mejor que sepas. Hay muchas maneras.
Ríete, perdona, relájate, pide ayuda, haz un favor, pinta un cuadro, mira fotos viejas, lee, canta, escucha, acepta, muestra, escribe, termina algo que comenzaste, ayuda, cumple una promesa, equivócate, déjate querer, quiere, sonríe, ama, vive.
Verás, quizás nunca llegues a conocerme bien y por eso es bueno que sepas que te quiero y que siempre has tenido un hueco en mi corazón. Y por eso, y por muchas cosas más te voy a contar algunas cosas que son importantes que conozcas para que sepas de dónde vienes y donde estás, para que mires lo que te rodea con ojos ávidos y no te pierdas nada.
Cuando tus padres te engendraron otra niña le daba calabazas a su pretendido padre y se iba con otro que le ofrecía más ilusión y menos de lo mismo. La niña de Rajoy la llamaban.
Naciste en una ciudad preciosa, por más que algunos intenten cargársela a base de dejarla como estaba. Unos que no entendían que tu vivirás en el siglo XXI y que te hará falta un lugar moderno y adecuado a tus necesidades para vivir. Y que eso no está reñido con las maravillosas tradiciones que seguro que sigues viviendo como las vivieron antes otros. Pero esa avenida que ahora ves, esas avenidas por las que vas en bici, antes eran coto privado de coches. Si, ya sé que parece increíble, pero la Plaza Nueva era una parada inmensa de autobuses.
Confía en esa Andalucía que te ha visto crecer. Otros no lo hicieron pero desde hace tiempo que nosotros, los andaluces, tomamos las riendas de nuestras vidas y hemos avanzado más que nadie. Seguro que tu lo ves hoy. Pero recuerda que eso no siempre fue así, que hubo un tiempo en el que éramos los últimos de la fila para todo. Te toca valorarlo y cuidar ese legado.
Y cuando vayas a otras partes de España no mira al frente y comparte con la gente las cosas que te son iguales, que son muchas, que no te engañen. Porque tu destino está unido al de millones de personas que se sienten como tu. Sé lista y aprovecha lo que nos une, porque el éxito reside ahí.
No dejes pasar los días. Ni uno sólo. Cada mañana, al levantarte, intenta que esas 24 horas te sepan a gloria, que cuenten. Vive cada día con la ilusión del primero y no con la angustia del último. Mira al cielo, a los árboles, a los ancianos y a los niños. Observa el mundo que te rodea porque en él encontrarás las respuestas a tus anhelos, a tus dudas. Tú tienes todas las preguntas y este planeta todas las respuestas, aunque a veces no las veas.
Tienes que saber que tu madre es una mujer maravillosa, que tienes una tía cascarrabias pero que es genial aunque ella misma intente disimularlo, que tus abuelos siempre te desearon y que tu padre te adora hasta donde es difícil llegar.
Estás aquí porque otros han querido. Pero es un regalo que no puedes devolver así que es mejor que lo disfrutes lo mejor que sepas. Hay muchas maneras.
Ríete, perdona, relájate, pide ayuda, haz un favor, pinta un cuadro, mira fotos viejas, lee, canta, escucha, acepta, muestra, escribe, termina algo que comenzaste, ayuda, cumple una promesa, equivócate, déjate querer, quiere, sonríe, ama, vive.
1 comentario:
¡Qué bonito!...
Sergio, muchas gracias por tú artículo y por tú sensibilidad.
Me gusta leerte.
Y sí Sevilla está preciosa, internacionalmente moderna y conservando la luz y el duende que siempre la ha carcterizado.
Besos, Aurora.
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