El poder de la imagen

Hace días que sueño con esta imagen. Fue la semana pasada cuando escuché la noticia por la radio y me atrajo la atención un nuevo concepto que estaban usando en la entrevista al fotógrafo que había hecho una foto que decían, era impactante. Hablaban del "efecto Neira". La noticia era la siguiente, un hombre estaba, presuntamente, acuchillando a su ex pareja en plena calle de Barcelona, muy cerca de la Sagrada Familia, hubo quien al ver la estampa echó a correr despavoridos de miedo, hasta que un hombre (inmigrante, para que luego digan que son los culpables de todos los males) consiguió reducirle y salvar a la mujer, acompañado de un viandante que también ayudó. La policía llegó al poco, y también lo hizo el fotógrafo de EFE Xavier Bertral, que captó al presunto agresor de esta guisa.

Normalmente, cuando escuchamos noticias parecidas, vemos sangre en el suelo, una puerta rota con la policía por allí, un cuerpo bajo una manta a lo sumo... Y si vemos al agresor ya lo vemos esposado, limpio, y pocas veces nos parece culpable. Esta imagen tiene  toda la fuerza de la inmediatez, de la cruda realidad a la que se enfrenta la agredida y nos da una idea mucho más fiable de lo que acababa de pasar.

Dicen que somos morbosos, que nos gusta la sangre, ver el horror y que ya nos conmociona nada. Yo creo que hay veces que la realidad es mucho más dura que la ficción, y que de vez en cuando, un buen bocado de esa realidad es buena para dejar de fantasear con términos como "crimen pasional" o "algo habrá hecho"... Si hechos como el que refleja esta foto no merecen una ley expresa, unos tribunales exclusivos para tratarlos y medidas transversales entonces estamos todos locos de remate. Más que el bestia este que sólo él sabe qué se le está pasando por la cabeza mientras mira a la cámara.