domingo, 5 de julio de 2009

Mundos divididos



El mundo está dividido. Nos definimos por lo que somos... y por lo que no. Hay miles de líneas trazadas para situarnos unos frente a los otros en millones de equipos que juegan el partido de la vida en la liga de la historia de la humanidad.
El mundo se divide en personas que toman Cola Cao o Nestquick. Los primeros se toman la vida más despacio mientras que los segundos son más estresados.
El mundo se divide en los que toman café y toman té. Los primeros son mayoría y los segundos pretenden ser snobs.
El mundo está forzosamente dividido en dos partes, a uno Amelie le parece una película maravillosa y a los otros una ñoñería.
El mundo está dividido en los que son del Madrid o los que son del Baça. Los primeros se arriman a los vencedores, son más realistas, los segundos son más magos.
El mundo se divide en los que les gustan los Rolling y los que adoran a los Beatles.
El mundo se divide en los que van a la playa y los que quieren la montaña.
El mundo se divide en los seguidores de EE.UU y los seguidores de la Unión Soviética.
Brasil o Alemania.
Lakers o Celtics
Belmonte o Joselito
Betis o Sevilla
Oviedo o Gijón
Nadal o Federer
Rajoy o ZP
Rajoy o Aznar
ZP o Felipe
El mundo se divide en personas que hacen pis de pie o sentados.
El mundo está seriamente dividido en aquellos que se comen un yohogurt griego antes de ir a dormir y los que obvian esa necesidad fisiológica.
El mundo está finalmente dividido entre personas que son de este mismo mundo, y por tanto están en casa... Y los que no...

2 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

jeje está bien, yo soy de Nestquick, y es verdad, no soporto lo lento que se disuelve el colacao, comparado con el neskuit, estando más rico el colacao.
Así me explico que el médico me haya mandando hoy tranxilium 5 :-s

Verònica dijo...

El mundo se divide y nostros mismos dentro nuestro tambièn ... mi yo alegre, mi yo caòtica, mi yo niña... en fin, entre todos y todas las opciones de vida creo que hacemos un gran gran graaaaan puzzle del que claro, nunca estan todas las piezas dispuestas a unirse...

Besotes,

Vero.