Cuando me enteré de que un mozo había muerto en un encierro en los sanfermines me vino a la cabeza la idea de escribir un post al respecto. El hecho de que el chico fuera un experimentado corredor no cambia las cosas, Pamplona vive estos días sus fiesta en un ambiente impresionante pero con algunos síntomas de desbordamiento.
La fama internacional actual de San Fermín tiene un origen perfecta mente definido: Ernest Hemingway. El escritor norteamericano es quien, gracias a sus obras, puso en el mapa esta fiesta de una pequeña ciudad española absolutamente desconocida hasta entonces para los anglo parlantes que desde entonces se ven sumergidos en la fantasía de una literatura romántica que, desgraciadamente, tiene poco que ver con alguna de las cosas que vemos que pasan hoy día en la capital navarra.
Los guiris llegan a Pamplona atraídos por las palabras de Hemingway pero la realidad actual de la fiesta es diferente, y acaban desbordados. Un refrán de los EE.UU. dice "En Roma haz el romano", y en ese intento de hacer el pamplonica hay quien no se entera.
Hacer el pamplonica no es beber hasta quedar tirado en medio de cualquier parque. Los navarros se ponen bonitos, pero no llegan a hacer el ridículo.
Hacer el pamplonica no es correr el encierro sin estar en condiciones de hacerlo. Ellos se preparan a conciencia y conocen el peligro de no hacerlo.
Hacer el pamplonica no es tirarse de fuentes o balcones a la calle esperando a que otros los rescaten antes de que lleguen al suelo. En Pamplona las gentes de las peñas van dando saltos por la calle, insisto, no desde lugares altos.
Es por ello que la gente de Navarra debe replantearse qué tipo de San Fermín quiere, si uno masificado, lleno de gente hasta más no poder y desvirtuado, pero que a buen seguro deja pingües beneficios a los bolsillos de muchas personas; u otro más pequeño, más entrañable, pero que no ayudaría tanto a las arcas de los que viven de la fiesta.
3 comentarios:
No tienes ni idea.
¿ Qué te has creido opinando de algo como esta fiesta?
Eres un Don Nadie.
Tienes toda la razón Sergio. Como casi siempre. Un beso grande para ti y otro más grande para tu sensatez! Lidia.
Nunca he estado en Pamplona en los San Fermines, pero no me parece muy bien exclusivizar una fiesta a una población, como es en el caso de Sevilla, una feria popular, que quien no tiene caseta no la puede disfrutar.
Yo he corrido delante de los toros en un pueblecito de Salamanca (San Felices de los Gallegos) hace años, y cuando uno se pone delante de los toros, ha de ser consecuente con lo que hace y el peligro que conlleva, sin tener que fastidiar al resto de corredores.
Es una pena que estos sanfermines hayan terminado asi, pero es una tradición en la que cada uno asume el riesgo que puede correr.
Publicar un comentario