El Museo de las Expectativas

Estos días de verano me han servido para encauzar seriamente mi nueva novela. Tenía dos ideas claras en mente y no sabía cual de ellas iba a ser la que llegara más lejos y Cabo de Gata me ha dado la solución. El Museo de las Expectativas.

Es una historia de realismo mágico que partió de un sueño de primavera el año pasado y que cuenta, para mi, con una dificultad añadida, la protagonista es una mujer. Hace tiempo creía que me sería imposible escribir una historia desde un prisma femenino pero ahora sé que estoy preparado. Quizás antes no supiera casi nada de ellas... y tiene delito. Las mujeres son más de la mitad de la humanidad.

La arquitectura de la novela, la sinopsis de la historia y lo que ocurre en cada capítulo ya está totalmente definido. También he tenido tiempo de terminar el capítulo uno.

El Museo de las Expectativas es un viaje desde Cabo de Gata hasta el Polo Norte, es también un viaje interior en busca del amor verdadero.

Os dejo el primer párrafo de la novela para que lo leáis con detenimiento. A ver qué os parece.

"Entre mil lagos, en la taiga, a la vista de un sol que jamás se pone hasta que se apaga para siempre; donde ir más al norte es comenzar a viajar hacia al sur; en las tierras del gran animal pacífico, donde el frío es diferente y la nieve tiene cien nombres, allí está el Museo de las Expectativas. Y Daniela había llegado hasta sus postrimerías sola, desde el Sur, para comprobar si su amor era verdadero.
Los paisajes vividos, los personajes vistos, quizás merecieran la pena si después de todo el Museo era verdad y sus paredes encerraban el secreto de un sentimiento único, capaz de traerla hasta allí. Sus Expectativas eran tan grandes como el recinto que esperaba presenciar de un momento a otro, pero la eterna luz no le dejaba ver aquello que anhelaba y como tantas veces en su viaje, volvió a sentirse inútil y escasa de fuerzas."