Mi post anterior no fue como clamar en el cielo. Esta tarde la selección española de baloncesto comienza su preparación para el Europeo de Lituania que se celebrará al final de nuestro verano (en Lituania ya hará más bien fresquito). Y España comienza su preparación con un partido amistoso contra Francia... ¡En Almería! donde casualmente me encuentro estos días. Así que tras poner mi maquinaria en funcionamiento he conseguido adquirir dos entradas para el partido y así matar el gusanillo deportivo que comenzaba a apoderarse de mi con tintes peligrosos.
España contra Francia podría ser la final del europeo si las cosas le van medianamente bien a los dos equipos. Nosotros porque somos favoritos por merecimientos propios, y los franceses porque tienen un potencial impresionante.
Quizás no tenga la intensidad de los partidos oficiales, pero ver en acción a los hermanos Gasol, Rudy, Ricky, Navarro o Ibaka y compañía siempre es un atractivo. Además, hay que recordar que la selección tiene que sacarse la espina del campeonato del mundo del año pasado, en el que las cosas no fueron nada bien. Es cierto que hubo que lamentar las bajas de Pau y de Calderón, pero aún así nos tenían tan mal acostumbrados que nos supo a muy poco quedarnos fuera de la lucha por las medallas. Es por tanto un buen momento para comenzar a volver por las andadas.
A las 21:30 de la noche estoy en el Pabellón de los juegos Mediterráneos viendo el partido. Buscadme por allí. (No en la cancha ni en el banquillo, qué más quisiera yo), en las gradas.
España contra Francia podría ser la final del europeo si las cosas le van medianamente bien a los dos equipos. Nosotros porque somos favoritos por merecimientos propios, y los franceses porque tienen un potencial impresionante.
Quizás no tenga la intensidad de los partidos oficiales, pero ver en acción a los hermanos Gasol, Rudy, Ricky, Navarro o Ibaka y compañía siempre es un atractivo. Además, hay que recordar que la selección tiene que sacarse la espina del campeonato del mundo del año pasado, en el que las cosas no fueron nada bien. Es cierto que hubo que lamentar las bajas de Pau y de Calderón, pero aún así nos tenían tan mal acostumbrados que nos supo a muy poco quedarnos fuera de la lucha por las medallas. Es por tanto un buen momento para comenzar a volver por las andadas.
A las 21:30 de la noche estoy en el Pabellón de los juegos Mediterráneos viendo el partido. Buscadme por allí. (No en la cancha ni en el banquillo, qué más quisiera yo), en las gradas.
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