Aunque ayer había tres noticias importántisimas en Sevilla, el estreno mundial de la película Knight and Day y el de la selección española en el mundial además de la reforma laboral, los rotativos locales abrieron en su mayoría con las declaraciones del arzobispo de Sevilla Asenjo, criticando duramente la actitud de la Hermandad de la Trianera por no queder ceder su paso de cristo al via crucis que se celebrará en 2011 en Madrid presidido por el Papa. Una de dos: O los periódicos están alejados de los intereses de la ciudadanía, o esta ciudad vive en otro mundo.
Pero lo que si es cierto, es que el arzobispo Asenjo no parece haber comprendido muy bien cual es la realidad de la ciudad y el significado que tienen hoy las hermandades. Si pensaba que sus palabras no iban a tener trascendencia lo lleva claro. Corre el arzobispo el peligro de enfrentarse a las hermandades y enemistarse con ellas y debe recordar que en Sevilla alguna de ellas lleva en la ciudad más de 400 años, y que él un día pasará, y las hermandades seguirám saliendo cada Semana Santa.
No sé si sus palabras tienen algo que ver con el enfando que se ha llevado su jefe Rouco Varela con la negativa sevillana a pasearse por Madrid, pero desde luego ha demostrado poca mano izquierda en su área de influencia. Pensar que realmente puede gobernar esta diócesis a golpe de mando es una temeridad que otros pagaron muy caro antes que él hace ya tiempo. Sevilla no es Córdoba y las hermandades de Sevilla son mucho más que asociaciones religiosas, por poco que nos guste esa realidad a algunos ciudadanos. Obviarlo es un error, tanto por exceso como por defecto.
Y he dejado para el final el hecho en sí que ha provocado el enfado del arzobispo. Triana ha dicho que no manda al Cristo de las Tres Caidas a Madrid para participar en ese via crucis. Una decisión que siento compartir. El que quiera ver tan magnífica talla no tiene más que venir a Sevilla a verla en su capilla abierta todos los días del año, o en la Madrugá del Jueves Santo. Los via crucis siempre me han parecido pastiches allá donde se realicen, pero si encima se hace en una ciudad sin tradición de Semana Santa... Siento ponerme capillita.
Pero lo que si es cierto, es que el arzobispo Asenjo no parece haber comprendido muy bien cual es la realidad de la ciudad y el significado que tienen hoy las hermandades. Si pensaba que sus palabras no iban a tener trascendencia lo lleva claro. Corre el arzobispo el peligro de enfrentarse a las hermandades y enemistarse con ellas y debe recordar que en Sevilla alguna de ellas lleva en la ciudad más de 400 años, y que él un día pasará, y las hermandades seguirám saliendo cada Semana Santa.
No sé si sus palabras tienen algo que ver con el enfando que se ha llevado su jefe Rouco Varela con la negativa sevillana a pasearse por Madrid, pero desde luego ha demostrado poca mano izquierda en su área de influencia. Pensar que realmente puede gobernar esta diócesis a golpe de mando es una temeridad que otros pagaron muy caro antes que él hace ya tiempo. Sevilla no es Córdoba y las hermandades de Sevilla son mucho más que asociaciones religiosas, por poco que nos guste esa realidad a algunos ciudadanos. Obviarlo es un error, tanto por exceso como por defecto.
Y he dejado para el final el hecho en sí que ha provocado el enfado del arzobispo. Triana ha dicho que no manda al Cristo de las Tres Caidas a Madrid para participar en ese via crucis. Una decisión que siento compartir. El que quiera ver tan magnífica talla no tiene más que venir a Sevilla a verla en su capilla abierta todos los días del año, o en la Madrugá del Jueves Santo. Los via crucis siempre me han parecido pastiches allá donde se realicen, pero si encima se hace en una ciudad sin tradición de Semana Santa... Siento ponerme capillita.
2 comentarios:
Rouco lo que quiere es montarle una cabalgata al Papa en Madrid.
¿a alguien se le ocurre ver al Cristo del Museo (es el que más me gusta de Sevilla) andando por alguna calle que no sea por Sevilla?
Ni Rouco se entera ni Asenjo se entera.
Pero mira a lo mejor se dan cuenta de que las hermandades van por un lado y la Iglesia jerárquica por otro.
Monseñor Amigo tenía las cosas muchas más claras.
En fin, a ver si aprende.
No soy trianera y mis preferencias cofrades van por otro camino, pero estoy completamente de acuerdo con la decisión tomada por la Hermandad de Triana. ¿Mandar al Cristo de las Tres Caidas a Madrid? ¿Y a un Vía Crucis? Nooooooo... no sólo por lo que pueda sufrir la talla en el trajín del viaje, sino porque dudo mucho que los "leños" sepan apreciar su valor, que va más allá de lo meramente artístico. Y el resto de lo que pienso... me lo guardo para mí.
Publicar un comentario