Si hay una serie que merece nuestra atención es True Blood. Una historia basada en una saga de libros que parte de la base de que los japoneses encuentran la manera de hacer sangre sintética y la embotellan por lo que los vampiros ya pueden salir del anonimato. Bill Copton es uno de ellos que, además, pretende vivir "normalmente" en su antiguo pueblo de Lousiana pero las cosas no serán tan fáciles como presumía y su "vida" y la de su nuevo amor, la humana Sookie, se vera envuelta en mil y una historias.
En esta tercera temporada la cosa se pone más emocionante así que no puedo dejar de recomendarla. Vedla, allí donde podáis, ya sea canal de pago, TDT, internet... Es recomendable verla en versión original, el acento de la Lousiana más profunda marca los diálogos de los personajes locales y sus casas son más reales que un episodio de Callejeros.
La trama vampírica es demoledora y satisfactoria para los verdaderos enamorados del género. Nada que ver con Crepúsculo o los sermones ñoños que se marcan de vez en cuando en The Vampire Diaries... Esto es otra cosa, es "Sangre Verdadera"
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