La prensa gratuita sigue siendo un asunto interesante para el mundo académico. No se explica de otra manera el hecho de que me hayan vuelto a invitar para dar clase en una universidad en un curso de verano. En esta ocasión será en Santander del 2 al 6 de agosto, y estaré acompañando a otros colegas del sector y a profesores de diferentes universidades del país. Un lujo, sobretodo para mi, poder compartir unos días con gente que sabe tanto del asunto y con alumnos que seguro que también tienen muchas cosas que decir.
La prensa gratuita vive ajora un momento importantísimo. Tras unos inicios en los que el éxito de los lectores no se correspondía al trato de las agencias de publicidad, se pasó a una situación en la que florecieron, quizás demasiados medios al amparo de una ficticia pujanza económica. Ahora, con la nueva coyuntura económica muchos han caído y quedan los que de verdad tienen verdaderas posibilidades de existir.
La mirada que la prensa gratuita debe hacer hacia el futuro debe ser crítica consigo misma. Es hora de reconocer errores y afrontar los nuevos retos de otra manera con tres ejes básicos:
- Excelencia en la distribución. Si tu periódico no se ve, no lo lee nadie. Y si no lo lee nadie los anunciantes se acabarán yendo.
- No se puede vivir de espaldas a las nuevas tecnologías. Los medios gratuitos deben tener su expresión en la red y usarla para competir.
- La prensa gratuita no es un negocio, es para empresas. Esto quiere decir que el sector está hecho para empresarios que crean en él, no para aquellos que busquen otros intereses.
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