El presidente Borbolla dijo en su día que Andalucía debía aspirar a convertirse en la California de Europa, sin embargo ahora parece que podemos convertirnos en la Texas. La Junta de Andalucía ha concedido tres permisos para hacer prospecciones en diferentes puntos de la comunidad para comprobar si hay petróleo en el subsuelo. Una de las zonas elegidas es la comarca de El Aljarafe. Sólo de pensar en la posibilidad de ver salir oro negro de sus profundidades, a algunos alcaldes de la zona se les ha puesto el símbolo del dólar en los ojos, como si fueran tio Gilito. Bromas aparte, si el estudio confirmara las sospechas de los expertos, supondría un cambio drástico en la economía y en la sociedad de una comarca cuyos ingresos han estado basados básicamente en la especulación inmobiliaria y en la agricultura tradicional (olivo y vid).
Y es que esa comarca sevillana y la limítrofe de Huelva lleva siendo un pozo de estracción desde antes de los romanos. De ahí se ha sacado todo tipo de minerales, de carbón... Y ahora se saca cobre y en Sanlúcar La Mayor está en centro de producción de energía solar más grande de Europa. Esa tradición podría continuar ahora si debajo de los olivos hay petróleo.
Tenemos en nuestra cabeza la típica imagen de los jeques árabes y sus petrodólares, con sus extravagancias y exageraciones; Y también juega en nuestra imagen colectiva la de los magnates texanos, con sus sombreros de cowboys y sus botas de vaquero sacando millones de galones de petróleo al día en explanadas semidesérticas cercanas a Houston o Dallas. Y a mi que me ha dado por pensar en unn nuevo modelo: Ese campesino del Aljarafe que pincha un día una bolsa de petróleo manchando sus olivos de negro. En vez de botas de cowboy tiene a mano las de Valverde, y para gorro el que se pone para ir al Rocío. Y en vez de petrodólares a su dinero habrá que llamarle petroeuro, o petroleuro, que es más correcto. (Todos los que han escuchado el audio de la borrega, la carriola y el chaparral pueden imaginarlo también).
Pero bromas aparte, el sólo hecho de encontrar petróleo en El Aljarafe y en las otras dos zonas de Jaen en las que se va a buscar, sería una grandísima noticia que cambiaría la estructura productiva de estas zonas. Es cierto que el petróleo no es la mejor de las energías, que es un bien que se agota, que contamina y que es poco sostenible. Pero también es cierto que arreglaría muchos problemas a la corta. Si hay petróleo la zona se convertirá en una tabla de salvación para todos, pero eso no puede hacer que abandonemos otros proyectos relacionados con al economía sostenible en la que llevamos invirtiendo tanto tiempo en Andalucía: energías renovables y agricultura ecológica, que comienzan a dar buenos frutos sin esperar a prospecciones.
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