Cartelitos amarillos

Frente a los grandes números sobre inversiones que promulgan los políticos está la percepción ocular del pueblo. Unos hacen ruedas de prensa dando cifras millonarias sobre lo gastado en éste o aquel plan y los otros buscan esos dineros en asuntos concretos que muchas veces son difíciles de percibir. Llevo años poniendo el mismo ejemplo: En Sevilla, el Gobierno Central lleva años anunciando las mismas inversiones: la SE: 40, la ampliación de FIBES, el metro, el plan de cercanías. Pero desde las inversiones del 92 no hemos visto por la ciudad cartelitos amarillos que anuncien una obra de algún ministerio. Miento, uno. Uno que había en el Archivo de Indias. Sin embargo, cuando ibas a Valencia o a Madrid las calles estaban llenas de esos cartelitos amarillos. Pasó Aznar y nos castigó sin cartelitos, y ZP tampoco trajo en su primera legislatura. Ha tenido que ser la crisis la que nos los devuelva. Estos días, tal y como anunció el Presidente Zapatero, Sevilla se llena de carteles anunciando obras menores con cargo al Plan E. Pero no son sólo los carteles, con ellos llegan inmediatamente los obreros y con ellos el trabajo. No es la única solución al problema del paro, pero ayuda mucho al sector de la construcción poniéndolo en la vía adecuada por la que debe caminar a partir de ahora. Más puentes y menos pisos.

El Plan E es, pese a lo que ha dicho la derecha más mala, un acierto inconmensurable por parte del gobierno de España, y está ayudando ya, a estas mismas horas, a que el impacto de la crisis sea menor a la vez que se acometen arreglos en las ciudades y en los pueblos que de otra manera sería imposible hacer. Los planes anti crisis comienzan a verse en las calles de las ciudades y eso también son "brotes verdes". Y además, cumple una misión importante electoralmente hablando, la de que se "visualicen" las políticas, aunque sea con cartelitos amarillos.