Como otros veranos, inicio una serie de recomendaciones literarias para los días de estío, tumbona, toalla o sillita (cada uno tiene sus preferencias). Lo importante es leer, y si durante el invierno hay gente que pone como excusa el día a día, ahora que aprieta el calor y se acercan las jornadas de descanso ahí va una sugerencia:
Si las novelas nos transportan a lugares mágicos y tiempos remotos, nada mejor que El ángel más tonto del mundo para quitarnos mentalmente del calor de estos días. La novela de Christopher Moore nos mete de lleno en la navidad californiana del pueblo inventado de Pine Cove. Letras fresquitas.
Moore es muy divertido, y aquí narra las peripecias de un ángel que viene a la tierra para intentar cumplir el deseo de un niño que ha visto morir a un hombre disfrazado de Santa Claus. Pero el caso es que Raziel es más bien torpecillo, y va a formar un lío en el pueblo de no te menees, algo que ya de por sí podría ocurrir porque los habitantes de esta localidad son de todo menos normales.
Un murciélago con acento español, una señora que escucha una voz en su cabeza a la que llama El Narrador, un piloto de la DEA, un biólogo enfermo de amor y un sin fin de personajes cotidianos de un pueblo que hacen de las situaciones normales algo completamente anormal. Para el final dejo una partida de zombies con ganas de ir a IKEA tras zamparse unos cuantos cerebros. Con Moore siempre hay zombies o vampiros.
Una última recomendación. Si tienes tiempo, leetela en inglés. La historia gana un 50%.
Si las novelas nos transportan a lugares mágicos y tiempos remotos, nada mejor que El ángel más tonto del mundo para quitarnos mentalmente del calor de estos días. La novela de Christopher Moore nos mete de lleno en la navidad californiana del pueblo inventado de Pine Cove. Letras fresquitas.
Moore es muy divertido, y aquí narra las peripecias de un ángel que viene a la tierra para intentar cumplir el deseo de un niño que ha visto morir a un hombre disfrazado de Santa Claus. Pero el caso es que Raziel es más bien torpecillo, y va a formar un lío en el pueblo de no te menees, algo que ya de por sí podría ocurrir porque los habitantes de esta localidad son de todo menos normales.
Un murciélago con acento español, una señora que escucha una voz en su cabeza a la que llama El Narrador, un piloto de la DEA, un biólogo enfermo de amor y un sin fin de personajes cotidianos de un pueblo que hacen de las situaciones normales algo completamente anormal. Para el final dejo una partida de zombies con ganas de ir a IKEA tras zamparse unos cuantos cerebros. Con Moore siempre hay zombies o vampiros.
Una última recomendación. Si tienes tiempo, leetela en inglés. La historia gana un 50%.
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