El verano es una época en la que los jóvenes se aburren. Ya es tradicional ver cómo en estos días los chicos de la ciudad deambulan por las calles sin nada que hacer. Y el tiempo libre puede ser muy malo en estos días. Uno comienza haciendo una tontería, llamando a los timbres de un bloque de pisos, por ejemplo, y luego la cosa comienza a ponerse más y más complicada... Hasta que se cruzan ciertas lineas.
Hoy ha ardido la cerca de una casa en el barrio de Santa Clara de Sevilla. Eso no es noticia. Hace calor y las tuyas que rodean las casas de esa zona residencial de la capital andaluza pueden arder con cualquier cosa. Lo malo es que no es un hecho aislado. Es la tercera vez que ocurre en esta semana.
Además, puedo asegurar que no ha sido un hecho fortuito. Han sido jóvenes del barrio o del vecino barrio de San Pablo. Lo sé porque mi mujer los vio prender el primer fuego desde el balcón de nuestra casa. Era un grupo de chicos muy jóvenes que primero lo intentaron con una casa, luego con la guardería de la zona (a la que va mi hijo), y finalmente con una casa. Las tuyas prendieron rápidamente y sólo la suerte de que los moradores de esa casa estuvieran dentro y atentos evitó la tragedia. Los bomberos llegaron rápido.
Parece que le han cogido el gusto, porque han repetido su hazaña dos veces más. La última esta noche.
La inconsciencia de la gamberrada es supina. Si un día tenemos la mala suerte de que dentro haya una persona mayor sola y los vecinos de al lado está de vacaciones quizás sea demasiado tarde cuando nos demos cuenta. En estos días las tuyas están muy secas y arden rápidamente.
Los vecinos del barrio están muy asustados.
Me lo he pensado mucho antes de hacer este post. Quizás lo que buscan los chicos sea popularidad y puede que estas líneas acarreen algún titular en algún periódico, pero ha podido más el miedo a que ocurra algo grave y la necesidad de que la autoridad tome cartas en el asunto.
Esperemos que la policía tome cartas en el asunto porque la ola de incendios puede prolongarse hasta septiembre. Lo han hecho tres veces, no ha pasado nada grave, no les han pillado y le han cogido el tranquillo. Ojalá la poli los pille antes de que sea demasiado tarde.
Hoy ha ardido la cerca de una casa en el barrio de Santa Clara de Sevilla. Eso no es noticia. Hace calor y las tuyas que rodean las casas de esa zona residencial de la capital andaluza pueden arder con cualquier cosa. Lo malo es que no es un hecho aislado. Es la tercera vez que ocurre en esta semana.
Además, puedo asegurar que no ha sido un hecho fortuito. Han sido jóvenes del barrio o del vecino barrio de San Pablo. Lo sé porque mi mujer los vio prender el primer fuego desde el balcón de nuestra casa. Era un grupo de chicos muy jóvenes que primero lo intentaron con una casa, luego con la guardería de la zona (a la que va mi hijo), y finalmente con una casa. Las tuyas prendieron rápidamente y sólo la suerte de que los moradores de esa casa estuvieran dentro y atentos evitó la tragedia. Los bomberos llegaron rápido.
Parece que le han cogido el gusto, porque han repetido su hazaña dos veces más. La última esta noche.
La inconsciencia de la gamberrada es supina. Si un día tenemos la mala suerte de que dentro haya una persona mayor sola y los vecinos de al lado está de vacaciones quizás sea demasiado tarde cuando nos demos cuenta. En estos días las tuyas están muy secas y arden rápidamente.
Los vecinos del barrio están muy asustados.
Me lo he pensado mucho antes de hacer este post. Quizás lo que buscan los chicos sea popularidad y puede que estas líneas acarreen algún titular en algún periódico, pero ha podido más el miedo a que ocurra algo grave y la necesidad de que la autoridad tome cartas en el asunto.
Esperemos que la policía tome cartas en el asunto porque la ola de incendios puede prolongarse hasta septiembre. Lo han hecho tres veces, no ha pasado nada grave, no les han pillado y le han cogido el tranquillo. Ojalá la poli los pille antes de que sea demasiado tarde.
