Ya dije que lo fácil era apoyar a Egipto. O a Túnez. Países cuyos dirigentes, a pesar de ser dictadores, no aplicaban las maldades de regímenes islamistas duros o simplemente no aplicaban la fuerza de la manera en que se hacía en dos lugares muy occidentalizados en comparación con su entorno. En esos momentos todos los líderes del mundo salieron a partirse la camisa por los rebeldes que, ellos solitos, consiguieron derrocar a sus dictadores. Y todos nos sentimos estupendamente y convencidos de haber ayudado decisivamente a que lograran sus objetivos.
Pero ya avisé que eso habría que verlo cuando se tratara de otros lugares con dirigentes más feroces... Y ya lo estamos viendo en Libia y en Barheim.
La lenta agonía de los rebeldes libios nos demuestra que en cuanto se trata de ponernos de acuerdo para HACER ALGO de verdad (ahogar a Gadafi, enviar tropas... en fin, actuar) la cosa se complica y al final Europa hace lo de siempre: NADA.
Un Consejo de Seguridad de la ONU completamente inoperante (como siempre desde que se creó en los años 40) hace imposible la toma de decisiones urgentes y un mandato del mismo es una quimera si países como China o Rusia tienen derecho a veto.
Y los europeos, como siempre, somos incapaces de hacer algo juntos a menos que sea forrarnos. Eso si, las formas, la elegancia y las buenas palabras no nos las quita nadie.
Lo que Europa NO está haciendo nos pesará el resto de nuestra historia y se parece muchísimo a lo que ya hicieron las potencias europeas con la República Española en el 36. Pensaron que no intervenir era lo mejor... Y así les fue... Y así nos fue. Estamos condenando a los libios. Cuando Gadafi termine de conquistar Bengasi, el último bastión rebelde, la venganza va a ser terrible. ¿Qué se puede esperar de un dirigente que bombardea a su población?.
Y el resto de países árabes ya saben lo que hay: Si hay manifestaciones se puede usar la fuerza. Tanta como se tenga. Nadie hará nada por evitar masacres.
Pero ya avisé que eso habría que verlo cuando se tratara de otros lugares con dirigentes más feroces... Y ya lo estamos viendo en Libia y en Barheim.
La lenta agonía de los rebeldes libios nos demuestra que en cuanto se trata de ponernos de acuerdo para HACER ALGO de verdad (ahogar a Gadafi, enviar tropas... en fin, actuar) la cosa se complica y al final Europa hace lo de siempre: NADA.
Un Consejo de Seguridad de la ONU completamente inoperante (como siempre desde que se creó en los años 40) hace imposible la toma de decisiones urgentes y un mandato del mismo es una quimera si países como China o Rusia tienen derecho a veto.
Y los europeos, como siempre, somos incapaces de hacer algo juntos a menos que sea forrarnos. Eso si, las formas, la elegancia y las buenas palabras no nos las quita nadie.
Lo que Europa NO está haciendo nos pesará el resto de nuestra historia y se parece muchísimo a lo que ya hicieron las potencias europeas con la República Española en el 36. Pensaron que no intervenir era lo mejor... Y así les fue... Y así nos fue. Estamos condenando a los libios. Cuando Gadafi termine de conquistar Bengasi, el último bastión rebelde, la venganza va a ser terrible. ¿Qué se puede esperar de un dirigente que bombardea a su población?.
Y el resto de países árabes ya saben lo que hay: Si hay manifestaciones se puede usar la fuerza. Tanta como se tenga. Nadie hará nada por evitar masacres.
2 comentarios:
Comparto el artículo en los canales de l@s amig@s de Jerez Sin Fronteras de Facebook y Twitter, con tu permiso, amigo Sergio. Gracias por publicar tu opinión, que es la de much@s, entre los que me incluyo y por compartirla :)
Comparto el artículo en los canales de l@s amig@s de Jerez Sin Fronteras de Facebook y Twitter, con tu permiso, amigo Sergio. Gracias por publicar tu opinión, que es la de much@s, entre los que me incluyo y por compartirla :)
Publicar un comentario