viernes, 28 de marzo de 2008

El padre de Mari Luz


No había seguido mucho el caso, pero si que le había oído hablar en varias ocasiones y siempre me pareció correcto, preciso, consecuente. El padre de Mari Luz, la niña onubense que apareció muerta en la ría de Huelva casi dos meses después de desaparecer, me ha demostrado muchas cosas y espero que al resto del país también.

Al conocer la detención del presunto asesino de su hija, este hombre dijo que no le deseaba pasar lo que él mismo había pasado aquellos 54 días en los que su hija permaneció desaparecida. Lo había pasado tan mal que no se lo podía desear ni siquiera a quien le había provocado tanto dolor. En vez de pedir venganza pide justicia, Justicia con mayúsculas.


No entraré a valorar hoy todo lo acontecido después de la detención de Del Valle y las noticias que apuntan a reincidencias y a que debería haber pasado por la cárcel hace varios años, a que esteba en busca y captura y le se interrogó varias veces sin tener conocimiento de ello. Suena todo tan fuerte que no quiero que me enturbie el post.


Este texto es para hablar del padre de Mari Luz, de su coherencia, de su ciudadanía, Ciudadanía con mayúsculas que me asombra y admira al mismo tiempo. No sé si yo en sus mismas circunstancias diría lo mismo, sería tan cabal, tan cívico. Sus declaraciones no han impedido que se formara bien gorda a las puertas de los juzgados onubenes a la llegada del detenido, pero nadie podrá acusar a la familia desde luego de fomentar los altercados.


El padre de Mari Luz no es un letrado, ni tiene mucho dinero... y es gitano. Su manera de actuar, sus palabras, siempre cuerdas, ajustadas a derecho, demuestran que no hay que ser de buena familia y payo para ser Ciudadano y sirven para desmontar tópicos sobre una etnia tradicionalmente estigmatizada y relacionada con el ojo por ojo.


El padre de Mari Luz pide Justicia y yo sólo deseo que la tenga, que este buen hombre pueda un día sentirse satisfecho porque el Estado de Derecho le ha respaldado y atendido a su demanda ya que no hemos sido capaces de evitar la trágica muerte de su hija. Por favor, poder judicial, no le fallen. Es importante para él, pero después de su actitud, es importante para todos.

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