Una noticia de 2005 se ha convertido en una de las más leídas en estos días gracias a las redes sociales. Los peligros de estas plataformas al enlazar páginas escritas en cualquier momento y la escasa capacidad de los lectores en fijarse en la fecha de publicación hacen el resto. Cuidadín.
Según publica Adrián Segovia en su propio periódico, El País en la última semana dos noticias fechadas hace años lideraron el
ranking de lo más visto en la web de EL PAÍS, rompiendo espacios
temporales y habiendo podido crear cierta sensación de extrañeza entre
los lectores.
Una información publicada en 2005 ostenta en noviembre de 2011 el liderato de la noticia más vista. Dicho texto se titula El PP lleva un experto al Senado que afirma que ser gay es una enfermedad y se ha encaramado al número uno pocos
días después de que el partido liderado por Mariano Rajoy haya ganado
las últimas elecciones generales. También se ha situado entre las
noticias más enviadas.
Lógicamente, la noticia no ha sido referenciada por los periodistas
de EL PAÍS en la gestión diaria del contenido en la portada o
portadillas de las diferentes secciones. En la mañana del miércoles 30,
aún no tenía un volumen suficiente como para alcanzar la cima de lo más
visto en el día. Alrededor de las 12:00, y tras detectar la
eventualidad, la noticia recibía más de 1.000 difusiones en Twitter y
cerca de 20.000 recomendaciones en Facebook. Obviamente, en 2005 no
existían las redes sociales ni el periódico tenía botones accionables para
compartir en dichas plataformas.
Unas horas más tarde, y con la noticia ya residiendo en el módulo de
lo más visto, nos encontramos con cerca de 97.000 recomendaciones en
Facebook y más de 3.000 envíos a Twitter a través de nuestra web. De
este modo, cuando las herramientas internas contrastaron el
alcance de la aportación de tráfico generado por la libre difusión de
los lectores nos encontramos con unos datos escalofriantes.
Facebook, Twitter y Tuenti aportan más del 61% del tráfico de la noticia a esta hora.
Por la mañana, las tres plataformas sociales aportaban más del 80% de
la audiencia de esta noticia. Tras la entrada de la información del año
2005 en el módulo de lo más visto, desde la home de EL PAÍS se complementa la cifra de tráfico en términos porcentuales.
Lo llamativo es que no es la primera vez que sucede algo
similar. En ocasiones la causa se encontraba en aplicaciones
fraudulentas que replicaban noticias de sucesos, que el periódico denunció en su
día y eliminó automáticamente de la contabilización. Sin embargo, en
otras situaciones el poder de la difusión social parece explicar este
hecho de nueva jerarquización sobre contenidos antiguos. La semana
pasada, sin ir más lejos, una tribuna del 2010 de Concha Caballero sobre
el éxodo de jóvenes profesionales ante la precariedad y la falta de
oportunidades laborales en España, Las ilusiones perdidas,
estuvo el viernes 25 de noviembre como lo más leído. Al igual que la
pieza de este miércoles, la difusión en Facebook superó barreras y esta
red social supuso más del 70% de las entradas en el texto.
Hace no tanto se produciían situaciones similares producidas por búsquedas
desde Google en noticias anticuadas que se posicionaban a perpetuidad
en el buscador. Eran otros tiempos. Ahora son los usuarios los que efectivamente difunden la pieza, sin percatarse en ocasiones de la antigüedad de la misma.
Si de media un usuario en Facebook tiene más de 100 contactos, la fuerza de la difusión espontánea es imparable.
Eso sí, la actualidad, en este caso, pasó desapercibida en algún punto
difícil de identificar, pues influyentes o no, muchos superan la media
de los 100 amigos. Sumen, y salen más de 150.000 usuarios que vieron una
noticia del 2005 en 2011.
El propio periódico ha tenido que encabezar la noticia alertando a los lectores de que se trata de una noticia de 2005, y no de 2011, que es lo que parece.
De todas maneras, y aunque el propio El País es el que da la voz de alarma, no es menos cierto que en internet "el tráfico es el tráfico" y a nadie le amarga el contador de visitas si una entrada de 2005 le reporta 150.000 clicks. Eso se llama rentabilizar una entrada.
La solución debería estar en avisar al lector de que se trata de una entrada antigua, o que la fecha de publicación apareciera más visible, aunque eso dudo mucho que se haga.
Y una última reflexión: Menos mal que la noticia es de ese año, porque tener a este señor elegido en 2011 como senador me parecería mayor barbaridad que cuando lo hizo allá por los lejanos años de principios de s XXI.
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