Acabo de escuchar el discurso de investidura de Mariao Rajoy en el Congreso de los Diputados. De todo lo dicho me quedo con su voluntad de "revisar el actual modelo de televisiones públicas" dentro de un entorno en el que "las administraciones están abocadas a reducir el gasto". La sombra de las privatizaciones planea ya, desde este momento, sobre todas las televisiones públicas.
Rajoy ha avisado de su intención de permitir nuevos modelos de gestión en este tipo de televisiones, pero lo cierto es que ya hay modelos muy próximos a ello sin la necesidad de vender patrimonio. Claros ejemplos son IB3 de Baleares y Aragón Televisión, ésta última por cierto con unos excelentes resultados de audiencia y de control del gasto.
Es por tanto posible, dentro del marco legal actual, hacer televisiones públicas a costes razonables en las que se salvarguarde el interés público y social de la cadena y darle entrada a la empresa privada para que se haga cargo de la producción, incluso de los informativos.
Pero pensar que por el hecho de que se puedan vender legalmente las televisiones públicas a empresas privadas eso va a suceder es algo más complicado dentro de la situación de crisis como la que vivimos. ¿quien va a querer televisiones cargadas de deudas con una alta carga de personal?
Las televisiones públicas necesitan un redimensionamiento enmarcado dentro de la nueva situación socioeconómica del país, pero probablemente la venta de las mismas sea ahora, además de muy complicado, poco efectivo. Las reformas deben pasar por un mantenimiento de la titularidad pública y una gestión privada de un alto porcentaje de la parrilla.
Veremos
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