martes, 27 de julio de 2010

Muere Antonio Gamero, uno de los mejores secundarios del cine español


El actor Antonio Gamero, uno de los grandes actores secundarios del cine español, ha fallecido en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid debido a una larga enfermedad. Según fuentes funerarias, su cuerpo será incinerado mañana por la tarde en el cementerio de La Almudena.

Hace tiempo leí una entrevista suya en la última página de El País y gracias a ella me enteré de su azarosa vida y su magistral ingenio, que ya advertía en esos pequeños papeles que siempre le daban en las películas que otros protagonizaban. Siempre asumió su papel con la dignidad de un profesional y alguien que ama su trabajo, dejando sus marcados ideales de izquierdas en cada momento de su vida. Un genio. Un actorazo. Un tipo que simplemente caía bien.

Trabajó en alrededor de 150 películas y series de televisión, nació en Madrid el 2 de marzo de 1934 y en su haber figuran títulos como 'Furtivos' (José Luis Borau, 1975), 'El bosque animado' (José Luis Cuerda, 1987) y 'La estanquera de Vallecas' (E. de la Iglesia, 1987).

El actor, quien estudió Derecho y trabajó en Telefónica antes de dedicarse por entero a la interpretación, debutó en el cine en la película 'Historia de la vida de Blancanieves' (Bernardo Fernández, 1969), cuando ya contaba 35 años y buscaba otro oficio para sobrevivir.

Sin embargo, poco a poco se fue afianzando en el sector, hasta convertirse en uno de los mejores actores secundarios del panorama nacional, llegando a compartir cartel con intérpretes como Alfredo Landa y Maribel Verdú y a trabajar con cineastas como José Luis Garci.

En 1999 desempeñó uno de sus papeles más populares en la cinta 'Manolito Gafotas' (Miguel Albaladejo), donde dio vida al abuelo del protagonista, el personaje más célebre de la escritora Elvira Lindo.

Foto: El País

1 comentario:

Anónimo dijo...

Porque actores como Gamero (y tantas, y tantos otros) son los que han sostenido el teatro y el cine de este país, desde la época en la que los comediantes no tenían ni día de descanso, ni convenio de trabajadores, ni el prestigio que modelos metidos a actuar tienen ahora porque salen en una serie de televisión más o menos low cost. Por todo esto y mucho más, mis respetos a don Antonio.