Guerra de cifras

La manifestación pro vida del pasado fin de semana en Madrid ha mostrado, una vez más, el escaso interés que tienen los organizadores de estos eventos, las autoridades encargadas de mantener la seguridad y los medios de comunicación, por explicarnos qué es lo que realmente ha sucedido allí ese día. Las cifras sobre el número de asistentes son un insulto a la inteligencia de la ciudadanía que, tras escuchar a unos y a otros ya no se cree nada. Quizás era lo que buscaran, que no supiéramos cuanta gente ha ido.

Los organizadores dijeron dos millones, la comunidad de Madrid 1,2 millones, la policía 250.000, y algún otro 50.000. Con ese baile de cifras es absolutamente imposible saber la verdad aunque las cuentas que hace el periódico El País parecen las más acertadas por un sencillo motivo: Las razonan.

El País dice que fueron 260.000 personas. Y para dar esa cifra cuenta los metros cuadrados que había en el recorrido y cuántas personas caben en cada metro cuadrado para dar con una cantidad que debe aproximarse bastante a la realidad.

Otra manera de saber la verdadera cifra de asistentes a un acto de estas características es el número de efectivos policiales que estaban allí garantizando la seguridad. Puedo poner en duda lo que diga un portavoz de la policía, pero estoy seguro que los cuerpos de seguridad del estado saben muy bien cuántos policías hay que poner en una manifestación dependiendo el número de asistentes y también estoy seguro de que no se la van a jugar llevando menos de los que hagan falta. Seguro que tienen un ratio del tipo 10 policías por cada mil asistentes... Bastaría con saber el número de policías para saber cuanta gente había.

Pero lo importante ya no es quien dice o no la verdad. Lo que realmente llama la atención es el descaro con el que sale alguien ante la opinión pública y dice una barbaridad sobre el número de asistentes y se queda tan tranquilo, con absoluta impunidad.