Cuatro salas abarrotadas de niños, padres y parte del equipo asistieron ayer al estreno de La Banda en la Isla de la Magia, una película que puede ser la gran sorpresa de estas navidades. Los chicos de La Banda, el director de la película, Gonzalo Crespo, y el resto del elenco estuvieronmás de media hora haciéndose fotos con los niños que habían venido a verles entusiasmados.
Luego en el interior la cosa fue bien. Es una sensación extraña. Cuando uno crea una situación o un diálogo al principio sólo está en tu cabeza, luego pasa a un papel que se convierte en un guión. Pero eso sigue siendo sólo un papel. Es luego, cuando ese texto cobra vida cuando se hace real y la situación que imaginaste se convierte en realidad. Estuve toda la película atento a la reacción de los niños y los padres para ver si se reían cuando se tenían que reír, si se asustaban demasiado... si les gustaba.
Me quedo con el espectador de la fila 6. Es un momento en el que los chicos de La Banda se acaban de escapar de una persecución con los malos. En ese momento, el espectador (siete años) grita: "¡Bien, se han salvado!" Para eso está hecha la peli.
Luego, en la fiesta, todo el mundo coincidió en las excelencias de la música, de los efectos especiales y en los actores. Pero yo me quedo con el trabajo en equipo. Gonzalo Bendala, ayudante de dirección, dijo que "en cine, nadie puede hacerlo todo. Es un arte en quipo y el éxito o el fracaso siempre es compartido". Ahora la peli llega a las pantallas para que todos puedan verla. Este viernes pasa a ser de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario