Un libro que tarda en escribirse tanto tiempo está hecho de miles de comentarios, de cientos de momentos. Y la verdad es que sin mucha gente no me habría sido posible llegar hasta el final. Este ejemplar ha sido comentado por infinidad de personas a lo largo de años y de todos los comentarios he aprendido algo. La lista era tan larga que me parecía mal ponerla en el libro, pero mi blog es otra cosa. Además de no gastar papel, soy el que decide siempre.
- A los Crespo. Comenzando por mi abuela, verdadera Mamma que nos mantiene unidos a pesar de no estar ya con nosotros y terminando por las nuevas generaciones, que me asombran por su parecido con las viejas. Mis tíos, mis primos… Cuidado con los Crespo, que son todos poetas.
- A los Gil, en especial a mi tía Olga, que se leyó una primitiva versión de esta historia y me dio sabios consejos sin ella saberlo.
- A Arango. Sin su quisquillosa llama esta historia jamás hubiera prendido en mí. Fue una pelea con él lo que me hizo comenzar esta historia. Y también tiene parte de culpa, junto con su maravillosa pandilla (Jesús Manuel, Manolo, Rafa y Fran) de que haya logrado acabarla en circunstancias adversas.
- A mis compis de trabajo. Es evidente que hay mucho de ellos en estas páginas.
- A Manolo de Pablos, Chuchín, La Bomba Gallego, Kuki, David Herrera y David Postigo. Nunca nadie me hizo sentir tan de un pueblo sin haber vivido allí. Son lo mejor que me ha dado el baloncesto. Gracias por escucharme hablar de este libro tantas veces y esperarlo como agua de mayo. Al fin está en la calle chicos.
- A todos los integrantes del CB La Caña. Por sus noches de basket, de cervecitas, de serranitos… y de fiestas. Sin todo eso este libro no sería lo que es.
- A Rafa Oliver, por sus acertados comentarios y su apoyo siempre que lo he necesitado. Gracias por la ópera, por Yann, por Rufus… y …
- A Antonio Ceballos, porque sin ti no me explico a mi mismo. Siento que tu dibujo no haya sido la portada del libro, pero siempre estará en mi corazón. Fue la primera que vi y eso es tan importante.
- A Rafa Pulido. Por tu constancia en nuestra amistad. Atrás quedaron tantas cosas. Sobretodo una conversación en San Francisco en la que te hablé a ti y a Kike de este libro.
- A toda la vieja pandilla de la facul, Fidel, Lucas, Coco, Nachete, Randy 2, Kike, Isa, Carmela, Carmeli, Marian… Vuestras conversaciones me han servido para esta historia, y saber que existís (aunque no nos veamos) me ayudó siempre.
- A Neorama y las Choquetinas. Ya he dicho muchas veces que ellos me salvaron. No soy el personaje de Marcos que aparece en mi novela, pero ellos si han sido mi Ángel.
- Al Doctor Sánchez Mejías (y su nombre de calle de feria) y su equipo. Por retirar tarjetas de embarque a quien ya tenía su vuelo definitivo programado, con asiento sacado y maleta facturada.
- A todos mis profesores. En especial a la señorita Araceli del Colegio Cataluña, que me quería mandar a un centro especial para retrasados. Gracias a su sorda humillación, incompetencia e ineptitud me rebelé contra la mediocridad. También a todos (los más) que me han enseñado mil millones de cosas.
- A todas las chicas que me han dejado, que son casi todas, por darme material de trabajo. Veis, nada es en valde.
- A Carmen. Por los paseos, por las compras, por ir, por venir, por no traer y llevar, por ser la que siempre está.
- A Lola por saber estar siempre, por darme sabios consejos que he intenté usar en estas páginas. Por leer, por escucharme, por ser tu.
- A Nieves. Por darme una salida al personaje de Alba. Su complejidad tiene mucho de una conversación que tuvimos. Sin tu idea ella seguiría sin estar viva.
- A mis padres. Por dejarme ser lo que soy y ayudarme a su manera a que lo sea. Buen trabajo.
- A mis hermanos. Gracias, no por ser hermanos, sino por que sois mis mejores amigos y siempre habéis estado ahí para lo que me ha hecho falta.
- A mis cuñaos. A Juanjo por su ávida lectura de una ultimísima versión. Gracias por tus acertados consejos. A Clara, por darme una nueva razón para seguir… ¡Y mira que no saber nada de este libro!
- A Auri y sus amigas Geno y Mamen. Gran parte de este libro está escrito en vuestra compañía, y por tanto os pertenecen las historias, el tiempo y la edad.
- A Silvia. Por ser la razón y la dueña de los cuandos.
- A Carmen Ortuño. Que me hizo la crítica más feroz y a la vez más bonita que me han hecho nunca sobre este libro. Gracias por hacerme ver la luz y darme un camino concreto por el que mejorar clara y satisfactoriamente.
- A Rogelio, por ser mi primer y único editor. Tu confianza me abruma.
- A Angélica. Por hacer realidad una visión. De cómo una amiga me da una idea, yo la escribo y tú la pintas.
- A Silvio Rodríguez. Por prestarme el título de una canción suya para titular el libro.
- Y en fin, a todas aquellas personas que han tenido algo que ver en este proceso creativo que ha durado tanto tiempo.
- (Sírvase poner su nombre si no aparece en la lista y así lo estima conveniente)