lunes, 14 de abril de 2008

Nuevos ministerios


Todo el mundo habla de a nueva composición del gobierno de ZP y yo no podía ser menos. Intentaré no repetir los comentarios de otras personas mucho más sabias que yo con mayor criterio a la hora de interpretar los nuevos ministerios, los viejos, las nuevas ministras, las viejas...

Hay dos cosas en las que me paro a la hora de analizar el nuevo equipo. Una es la inclusión de Sebastián como ministro de Industria. Un persona que dijo hace un año que dejaba la política porque los ciudadanos de Madrid le dieron la espalda, perdiendo muchos votos en relación a Trinidad Jiménez entra ahora como ministro por la puerta grande de la mano del presidente que ha obviado esa circunstancia y el hecho de que mantuviera claras diferencias con el vicepresidente Solbes. A todo esto hay que añadir un dato clave: No acercamos a un inevitable proceso de desaceleración de la economía, no por culpa del gobierno español que sin duda ha hecho todo lo posible por minimizar los efecto, sino porque se trata de algo mundial, que afecta a todos los países. Y esa coyuntura vamos a tener a dos personas que no se llevan demasiado bien, intentando controlar las decisiones. Siento decir que no me gusta. En circunstancias difíciles prefiero que mande uno sólo, y en este caso prefiero que mande el que sabe más, osea, Solbes.

El otro dato en el que me fijo es en el hecho de que haya más mujeres ue hombres en el gobierno. Me encanta la medida y no entiendo a quien pretenda darle un sentido de normalidad. Si es normal, ¿porqué no lo había hecho nadie antes? No es normal y está muy bien. Ya era hora y además lo van a hacer genial.

Sólo un pero. Estos cuatro años van a ser difíciles. La economía lo va a nublar todo y el millón de parados nuevos que vamos a tener, se ponga como se ponga Solbes, hará que muchas de sus carteras se queden sin posibilidad de acción. Se trata de ministerios que se van a quedar sin presupuesto cuando haya que ajustarse el cinturón y entonces habrá quien diga que ellas no hacen nada cuando lo cierto es que es muy difícil hacer algo sin dinero. El nuevo gobierno puede fracasar por la coyuntura económica, no porque las personas o los cargos no sean los adecuados. Quizás éste es un modelo para gobiernos con superávit presupuestario y con dinero en la caja para gastar en lo social y no para enfrentarse a momentos de ajustes económicos. Espero no equivocarme (no suelo por desgracia) pero las críticas van a venir por aquellos que dirán que no estamos para gastos y leyes sociales cuando aumente el paro. Y la culpa de todo se la darán a las ministras. ¿Injusto? Si. ¿Era el momento de ponerlas a los pies de los caballos? No lo sé, no soy presidente del gobierno.

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