La nueva emigración, una tragedia invisible.

De todas las desgracias que asolan este país por culpa de la crisis hay una que me parece inmensamente grave para el futuro de España. La nueva emigración.

A diferencia de la que se producía en los años 60 y 70, ya no vemos trenes llenos de andaluces y extremeños que con una maleta de madera o cartón, sin más estudios que las cuatro reglas y sin sahttp://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2683405275824492941#editor/target=post;postID=5854856020124623111ber a qué distancia estaba Alemania o El Vendrell. Para ellos daba lo mismo.

Hoy la nueva emigración tiene título universitario y gran expediente académico, suele hablar idiomas y ya conoce el país al que va porque ha estado antes como Erasmus.

La nueva emigración se va en avión, en compañías low cost que llegan a cualquier sitio de Europa y con ellos se nos está yendo una generación de talento que nos vendría muy bien para salir de la crisis pero que, deproimida por las opciones laborales que ofrece España, deciden aceptar mejores ofertas en otros sitios donde además de trabar, ganarán más y seguirán formándose.

Como no los vemos en grandes expediciones parece que no existen y duele menos, pero es una manera de desangrarnos poco a poco. Nos quedamos sin el talento que tanto cuesta formar y nos quedamos con aquellos que no saben hacer la o con un canuto, con los que no saben idiomas, los que se "quitaron de estudiar" porque en la obra ganaban 3.000 al mes. Esos no pueden ir ni a la vuelta de la esquina porque no los quiere nadie. Esos se quedan.

Y ahora, cuando además de otras muchas cosas, más necesitamos el talento de nuevas generaciones, las vemos salir de nuestros aeropuertos. Bien vestidos, con sus I Phones, sus portátiles y sus cabezas amuebladas, dispuestos a labrarse un futuro mejor lejos de aquí, donde tanta falta hacen. Una tragedia invisible.