Vuelvo a la dura realidad tras los últimos días vividos, que se quedan para mi como un sueño del que espero no despertarme jamás y me encuentro con que una persona anónima ha depositado en un banco de Córdoba un millón de Euros que se ofrecen como recompensa para aquel que dé una pista fiable sobre el paradero de Marta del Castillo.
Dice el abogado encargado de llevar estos asuntos al anónimo personaje que su única motivación es la de hacer una obra de caridad con la familia y ha argumentado que la medida trata de paliar ese axioma por el cual "la gente sólo se mueve por dinero".
Me asaltan todo tipo de dudas ante una noticia como ésta:
La primera es la de saber de verdad si es ésa la verdadera motivación del acaudalado mecenas de la medida. ¿será verdad que su único interés es el de intentar acabar con la inhumana de espera de esta pobre familia sevillana? Por otro lado sólo se me ocurre que quiera notoriedad, pero si de momento permanece en el anonimato...
Por otro lado, este anuncio me abre la vía a una reflexión, ¿Debe el estado permitir este tipo de bonificaciones a personas que saben desde hace un año el paradero de Marta y no lo han dicho? Porque si por ejemplo sale ahora alguno de los acusados y, movido por el olor del dinero, dice dónde está Marta del Castillo, ¿le pagarán ese dinero?
Y por último, ¿dónde quedan aquellas víctimas de delitos que no son mediáticos? Si recurrimos a este tipo de motivaciones está claro que sólo verán colmadas sus expectativas quienes hagan de su caso un asunto de portada de periódico diario. La ley es y debe ser igual para todos y el Estado debe garantizar que va a poner los mismos medios para actuar contra los mismos delitos. Quizás ese señor debería "donar" ese millón de euros a la policía para que tuviera más medios para resolver éste y otros muchos casos que se le parecen en vez de pagar a quienes llevan un año sin querer hablar
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