José Manuel Delgado Adorna es un poeta capaz de pasarse una semana entera buscando la palabra adecuada que redondee un poema. A veces le pasa que no la encuentra y entonces se suceden los días y las noches en las que le da vueltas y más vueltas hasta que al final, cuando menos se lo espera, la dichosa palabra emerge del confín de los diccionarios para posarse en su creación para siempre, como si toda su vida hubiera esperado agazapada, entre otras muy parecidas, para formar parte de la creación del autor.
Este pasado lunes Delgado Adorna presentaba en Castilleja de la Cuesta, su pueblo, su nuevo libro Desde El Sur, La luz con el tiempo dentro publicado por RD Editores. En la presentación el poeta estuvo acompañado de tras personajes del mundo de las letras andaluzas que quisieron compartir con él un momento que se ha demorado ocho años, que son los que ha tardado en escribir el poemario. Los escritores Rafael de Cózar yJuan Cobos Wilkins, así como el periodista Jesús Vigorra compartieron mesa con Delgado Adorna y los cuatro, moderados por el también periodista José Antonio del Saz estuvieron conversando animadamente sobre lo que les había evocado a cada uno la lectura de este libro.
La verdad es que los cinco lo tienen estudiado. Ellos se lo pasan en grande contando sus historias y el numerosísimo público se relame y disfrutó muchísimo escuchándolos a todos ellos, que alternaban anécdotas con lecturas de sus poemas favoritos.
Conocí a Delgado Adorna con motivo de la presentación de mi novela Ángel para un Final, y de ahí nació una sincera amistad que procuramos cultivar cada vez que nos vemos. Y ahora, cuando he tenido la oportunidad de leer sus poemas, he de reconocer que me invadía un cierto miedo de que mi amigo no llegara a las expectativas que me había creado yo solito. (Siempre esperamos mucho de los seres queridos). Pero afortunadamente me encontré con un libro de poemas maravilloso, muy bien escrito, con sentido y sentimiento y con piezas de extraordinaria calidad. José Manuel es un poeta de su tierra, de su tiempo y de otro. Leyendo sus poemas estamos aquí y ahora y estamos allí y entonces. Es entonces cuando reconoces de veras esas horas, esas semana buscando una sola palabra que encaje en el puzzle perfecto, en la palabra musical que crea en cada página de su libro.
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