Entre estas dos imágenes han pasado más de 50 años. La anterior nevada en Sevilla la recuerdan aquellos que tengan más de 55 y dicen que fue una barbaridad. Mi madre asegura que la gente miraba asombrada y que los mayores de la época no recordaban una cosa igual. Desde entonces, todos los inviernos hemos vivido días de intenso frío con la esperanza de ver en la ciudad de la luz estampas del norte, aunque fuera sólo por un día sin que se repitieran... hasta ayer.
De la nevada de los 50 se conservan algunas fotos, no muchas, que ilustran de manera notable aquel suceso histórico. De la de ayer ya hay colgadas en innumerables páginas web y en periódicos digitales fotos y vídeos que demuestran lo ocurrido.
Que me perdonen mis lectores de otras partes pero es que una nevada en Sevilla creo que trasciende las fronteras locales. Uno que se ha acostumbrado a ver la nieve en otros sitios, verla en tu ciudad es como traer a un amigo de fuera a que te visite a casa.
La primera vez que vi la nieve era muy pequeño, recuerdo que era en Barcelona y ese día actuaban los payasos de la tele en una carpa. A mitad de la actuación se tuvo que suspender el espectáculo porque había caído tanta nieve que ya era complicado salir de allí y además había peligro de derrumbe. Luego la he visto y padecido en EE.UU. (nueve meses al año hay nieve en Michigan) y en Asturias no tanto pero también se me ha hecho familiar...
En fin, no sé si será en cambio climático pero este año hemos tenido verano hasta noviembre y nieva donde nunca. A lo mejor estos chicos y chicas de Greenpeace y científicos "verdes" que tanto molestan a especuladores y gentes del petróleo, van a tener razón...
1 comentario:
Uno cero, cero uno
y del año 2010
se recordará seguro
por lo que ahora os diré.
Y es que ayer nevó en Sevilla
y no es que suela ocurrir
que la nieve haga visitas
por estas tierras de aquí.
Hacía cincuenta años
que no nevaba en Sevilla,
hacía cincuenta años
(o al menos eso decían).
“Cuando yo era muy pequeña
ví que nevaba en Sevilla”
“Mamá, pareces la abuela
con los cuentos de la China”.
Y es mucho tiempo pasado
para que esto se repita,
Porque los cuarenta grados
son nuestra especialidad
pero ver los cielos blancos
no es lo más habitual.
Ayer se vieron estampas
dignas ya de recordar,
todo el mundo se llamaba
para poderse avisar:
“Está nevando, ¿lo has visto?”
“¿Nevando dónde? ¿Qué dices?
“En Sevilla mismo, niño”.
“Anda ya, no me vaciles”.
“¡Asómate a la ventana!”
“¡Mira, mira, mira un copo!
“No te digo, ¡una pasada!”.
“Y allí, mira, mira otro”.
“Trae a los niños que lo vean”
“Que los lleve a dónde, dime”
“Pués tráetelos a Castilleja
o te los subes a Gines
porque es que aquí sí que nieva…
veniros que esto es un flipe”.
“Cojo el coche y salgo ya,
enciende la chimenea
que parece Navidad”.
“Mira mi madre y mi abuela.
¡Niñas, dejar de saltar!
A ver si os partís la cadera…”
La gente que se detiene
en mitad de la calzada
para tirarse la nieve
cual si fuera una batalla.
¡Qué peligro esos andenes
con la gente allí parada!.
Todos con cámara en mano
retratando la experiencia
para dentro de unos años
poder tener evidencias
(las imágenes tomadas)
y no quedarse así a medias
al relatar la nevada.
Es verdad que no cuajó
dentro de la ciudad,
es verdad que no duró
una hora ‘mal contá’…
pero es verdad que nevó
y se puede demostrar.
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