La mitad de la humanidad celebra hoy su día y la otra mitad no puede permanecer al margen. En una fecha tan señalada como la del ocho de marzo he asistido a innumerables debates, reportajes y comentarios en todos los medios de comunicación tratando de elogiar el papel de la mujer en la sociedad y analizando la importancia de las políticas de igualdad en los diferentes estamentos públicos y privados.
La intención es buena, pero muchos de ellos se equivocan en el tratamiento, intentando destacar sólo a las mujeres que destacan en la sociedad, que tienen responsabilidades de peso en grandes empresas o en la Administración. Esas, por supuesto, son un referente para el resto de mujeres y un espejo en el que mirarse, pero echo en falta análisis más profundos sobre la situación real de la mujer, la de la calle, los salarios más bajos, las que no pueden conciliar vida familiar y laboral, las que sufren el maltrato y otras vejaciones como la prostitución.
También me faltan más información sobre la transversalidad en las políticas de género. Casi nadie sabe que la Junta de Andalucía aplica la perspectiva de género en todas sus leyes, en los presupuestos... a diferencia de otras comunidades autónomas en las que esto es aun un sueño.
Y por último están los hombres. Si la mitad del planeta hoy está de fiesta celebrando su día, los hombres no podemos permanecer al margen. Tenemos que estar con ellas en esto. Es lo justo. Tenemos que COMPARTIR, las cosas con ellas. Tenemos que hacerlo porque tenemos que estar convencidos de ello y sin nuestra ayuda no lo van a conseguir. Háganlo si quieren por egoísmo. A fin de cuentas son nuestras madres, nuestras hermanas y nuestras parejas. Seguro que para ellas queremos salarios iguales, mismos derechos, que no sean discriminadas...
Hoy es el día de la mujer, y el hombre se tiene que poner detrás de la pancarta para apoyar y echar todas las manos que sean necesarias. No basta con aplaudir, ahora se trata de hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario