viernes, 2 de marzo de 2007

Llegar a tiempo


Llevo toda la vida llegando tarde a las cosas que más me importan. A los exámenes cuando estudiaba, a los entrenamientos cuando jugaba a baloncesto, a las reuniones de trabajo, a demostrar que quería a mi ex chica... pero creo que esta vez no he llegado muy tarde. En cuestión de arte, dos años no es tanto. Ayer estuve en el Teatro Lope de Vega viendo el Festival de Spoken Word (palabra& música). ¿Qué es el Spoken Word? Confieso que sabía muy poco de ello y que he descubierto algo verdaderamente nuevo, una nueva manera de contar cosas que tiene aun miles de posibilidades de evolucionar. El caso es el asunto es más antiguo de lo que parece. En los años sesenta, un grupo de artistas de la generación beat decidieron que la poesía debía traspasar el ámbito de lo privado, de la lectura solitaria, para encontrar otro caminos. La idea cuajó y así se creó este híbrido entre poesía y música concebida para acompañar esas palabras. Había nacido el género Spoken Word.
Sevilla organiza el único festival que se celebra en España y este año celebra su tercera edición, lo que quiere decir que se está asentando definitivamente en la ciudad. Y ayer fui.
El cartel no podía sonar más atractivo. El mítico poeta rebelde John Sinclair acompañado del guitarrista holandés Mark Ritsema abrían el espectáculo. Sinclair nació en mi tierra adoptiva de América, en Michigan, y es creador de grupos como MC5 e ideólogo de las Panteras Blancas. También ha destacado por su carácter contestatario a la América tradicional. Un genio.
Sinclair y Ritsema se mezclaron hasta hacerse indivisibles en la noche. Los versos, claros y duros, la voz grave hasta el infinito, iban acompañados de una música letal para los sentidos. Y yo cada vez estaba más asombrado por lo que veía. Al fin algo nuevo y algo bueno.
Y luego vino Nick Hornby, acompañado de Marah. Hablé de Nick en el post anterior. Es el escritor de libros tan buenos como Alta Fidelidad o En Picado. Hornby es un melómano declarado y su espectáculo tenía mucho que ver con esa parte de su vida. Hace tiempo escribió un ensayo llamado 31 Canciones en el que desgranaba los 31 temas que más habían influido en su vida y porqué. Ayer hizo más o menos eso. Nick salía y hacía un monólogo en verso, más o menos, sobre un grupo (The Clash, The Faces, Rory Gallagher...) y sobre las cosas que le habían pasado con él. Impresionante. Bueno. Ágil. Irónico. Divertido, triste. Hornby. Luego, el grupo americano Marah, tocaba una canción del grupo en cuestión. Una delicia. Cuando uno ve a Marah se pregunta porqué no son conocidos por todo el mundo. Pero como dice el propio Hornby, los fans de un grupo no quieren que se haga famoso.
Al final pude hablar un rato con Nick. Le di las gracias por haberme enseñado tantas cosas en tan poco tiempo. Creo que le gustó saberlo.
Llevaba tiempo hablando con el guitarrista Rafa Crespo, mi tío. Siempre estábamos comentando lo mucho que nos ilusiona hacer algo juntos, pero nunca hemos sabido qué. Ya lo he descubierto.

No hay comentarios: