El mismo día en que dos jóvenes fallecían en un accidente de moto en un camino rural de Montellano (Sevilla), lo hacía el joven piloto japonés Shoya Tomizawa, en el circuito de Misano (San Marino). Una triste coincidencia que nos da una idea de lo peligroso que puede ser ir en motocicleta.
Los chicos sevillanos eran menores, uno de 17 años y el otro de 14. El más joven no llevaba casco. El piloto, con todas las medidas de seguridad que tiene el campeonato del Mundo de GP2, no fueron suficientes para salvarle la vida tras caerse en la zona más rápida del circuito y ser atropellado por dos rivales que nada pudieron hacer para esquivarle.
La seguridad en los circuitos ha experimentado un enorme desarrollo desde hace tiempo y parece increíble ver caerse a los pilotos y levantarse como si nada. Las salidas de escape, los monos, las motos y la experiencia ha hecho que accidentes como el de Tomizawa sean pura mala suerte... Pero que nos hagan qué pensar sobre la necesidad de ir tan rápido para crear espectáculo. ¿Hace falta batir el record del circuito cada año para atraer espectadores?
El caso de los chicos de Montellano es diferente. La DGT lleva años mejorando el estado de las carreteras, atendiendo con eficacia las demandas de los motoristas para mejorar su seguridad en las carreteras españolas. Pero a eso hay que sumar la necesidad de la prudencia por parte de los conductores. Los caminos rurales no son para jugar con las motos... las motos no son para jugar. Si no nos concienciamos todos de eso accidentes como el de ayer en este pueblo sevillano seguirán sucediendo cada cierto tiempo. Y contra eso no hay nada que hacer.
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