La irrupción en el mundo del best seller de Sieg Larsson y su trilogía de obras con nombres largos ha causado un gran impacto en toda Europa y es raro el país en el que no ha alcanzado el primer puesto de ventas de libros. Es desde luego inusual que un autor escandinavo llegue a tantos lectores y si lo ha hecho es, además de por una campaña de marketing y un boca a boca transnacional, por una extraordinaria traducción. Y es que, en la literatura, los traductores son iguales que los guionistas en el cine español: Son casi los más importantes y sin embargo son los menos reconocidos.
Una buena traducción arregla un mal libro y sin embargo lo contrario es letal. Un ejemplo: Me leí Crepúsculo en inglés y fue la lectura perfecta del verano. Sin embargo, estoy intentado seguir con la segunda parte de la saga (New Moon- Luna Nueva) en español y se la han cargado.
Traducir al español desde cualquier idioma es siempre complicado. Captar el sentido real de cada frase, el significado de un párrafo, o la intensidad de cada palabra es una tarea dura porque además, es imposible meterse en la cabeza del autor para respetar la verdadera intención del autor. Pero dentro de esa dificultad, hay idiomas e idiomas... Y el inglés... Pues no me parece tan complicado. Otra cosa es una lengua escandinaba como el sueco. Y ahí radica el buen trabajo de los traductores de la obra de Larsson.
Los traductores merecen el respeto y el reconocimiento del lector, y probablemente su nombre debería ir en lugares más preferentes en los libros... Y que aguanten su vela tanto si lo hacen bien... Como si se cargan un buen libro. Ellos siempre son los responsables para lo bueno y para lo malo.
3 comentarios:
¿Te vistes el programa de Vigorra, verdad?
Siiii!
Pero la verdad es que llevaba bastante tiempo pensando en escribir algo sobre los traductores porque me parece que están muy poco reconocidos. Luego me está pasando lo del libro de Luna Nueva, que me desconpongo de lo mal que está traducido... Y este finb de semana Vigorra hace este programa tan bueno... Lo tenía a huevo.
De chico, cuando leía Los Cinco, veía que ponía debajo frases y antes N. del T.
Y yo intrigado que podía ser eso. Hasta que me enteré de que era 'nota del traductor'. ¡Años que me llevé para que alguien me explicara que era! ¡Sería torpe yo ! :)
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