Las elecciones municipales han arrojado en Sevilla unos resultados que harán que con toda probabilidad se reedite el pacto entre el PSOE e IU al frente del Ayuntamiento. Pero además de este titular hay una serie de datos que son importantes y que explican esos resultados y cual es la situación del partido socialista en Sevilla capital.
El primer datos importante es la desaparición del PA del mapa político municipal. De los cuatro concejales que tenía se ha quedado sin ninguno. Y esos cuatro concejales se han dividido yendo a parar, 3 al PP y uno al PSOe. Eso deja a las claras cual era la ideología de los votantes del PA, tantas veces cuestionada. Eran gente de derechas que votaba al PA convencidos de ese regionalismo andaluz apoyado en las más básicas y rancias costumbres señoritiles. Gente arcaica que quiere una Andalucía tradicional en la que los señoritos andaluces son una especie en extinción que hay que proteger. Todo ese voto se ha ido al PP, ya que éste partido, hoy por hoy, representa mejor ese papel que el propio PA.
La participación es otro dato que merece cierto análisis. Resulta que los distritos con mayor porcentaje de voto emitido son los feudos tradicionales del PP. En Los Remedios, por ejemplo, votó el 70 % del censo y el PP barrió allí con el 80% de los sufragios. Sin embargo, en zonas tradicionalmente socialistas como Cerro- Amate o Macarena, la participación rondó el 50%. Esto indica una importante desmovilización del electorado de izquierdas que, junto a la desaparición del PA, son los que han hecho que el PP saque más votos que el PSOE en las elecciones.
¿Por qué no ha votado la gente de los distritos socialistas? En mi opinión hay varias razones. La primera es que la izquierda tradicionalmente no se moviliza si no se la motiva. ¿Y cómo se la motiva? Pues en este caso, el Ayuntamiento ha tenido cuatro años para hacer cosas que motiven al ciudadano a votar, pero eso es lo obvio y, por lo tanto, no es suficiente. Me temo que las diferencias existentes en el seno del PSOE sevillano han jugado una mala pasada en la organización y en las bases del partido. Las agrupaciones de estas zonas están más dañadas que nunca, con ejecutivas fracturadas y con sombras de sospechas que hacen que los propios militantes no se movilicen como en otras ocasiones. El puerta a puerta y otras acciones de micropolítica que en anteriores elecciones han dado tanto éxito no se deben haber realizado correctamente llamando a la participación.
Y a pesar de todo eso, el PSOE se ha quedado a sólo 4.000 votos del PP. Eso demuestra cuáles son las posibilidades del socialismo en Sevilla. A poco que se hagan las cosas bien la ciudad se volcaría con un partido que demuestra mayores simpatías que ningún otro. Ahora, gracias al pacto con IU, tiene otros cuatro años para motivar a las gentes de izquierdas. Tendrá que ponerse a ello.