Asustado me tiene Mariano Manostijeras con sus recortes para 2013. En 2012 el primer ministro español ha ido alternando anuncios en cada consejo de ministros de los viernes, una semana una subida de impuesto, y a la siguiente un recorte. Ahora, pasado un año (solo?) desde su llegada al poder y ya con la maquinaria del gobierno bien engrasada, es posible que aumente el ritmo de sus medidas y eso da más miedo que mis historias del spoken "Por Partes".
En un año le ha quedado poca gente por cabrear, a unos porque les ha tocado cuando aseguró que no lo haría, a otros por no tocarles cuando dijo lo contrario, y al final, todos molestos. Se hace difícil pensar que el presidente no supiera lo que sde iba a encontrar cuando llegara a la Moncloa. Ese desconocimiento en el déficit, por ejemplo, es absurdo porque una parte de los causantes del mismo son las comunidades autónomas, casi todas gobernadas por su propio partido.
Una de dos, o lo sabía y se calló con la intención de hacer otra cosa cuando llegara al poder, o es que simplemente no lo sabía y se ha pasado un año improvisando, a golpe de decreto y de impulso a merced de los mercados y de Merkel. Y no sé qué es peor: un torpe o un mentiroso. Creo que prefiero lo segundo.
Y dado que comienzo el curso con un post pesimista y me niego a subirme al carro facilón de la España de Campofrío (al menos hoy), le rogaría a Don Mariano Manostijeras que al menos tuviera los arrestos de anunciar él mismo alguna de las medidas del gobierno y dejara de escudarse en sus ministros, que los tiene achicharrados de tanto salir. Necesitamos un lider del país que nos mire a la cara todas las semanas y que nos infunda esa confianza que nos pide desde las traseras de La Moncloa. Ser Presidente no es sólo tomar medidas, es también anunciarlas, defenderlas y explicarlas. Él ha querido ser nuestro lider, ahora, después de un año sin apenas salir del búnker, le toca encabezar el barco, aunque lleve las tijeras de podar en vez de manos.
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