Se veía venir. había muchos esperando a que alguien diera el primer paso, como los ñus que esperan junto al río para cruzar hasta que uno, desafiando a los cocodrilos que esperan en el agua, se decide a meterse. Dentro de poco la manada puede tirarse al las aguas turbulentas. El president de la Generalitat Valenciana ha anunciado el cierre de Canal 9 tras la resolución judicial que le obligaba a readmitir a los 1.600 trabajadores que estaban afectados por el ERE. Como un niño pequeño, si no gano el partido, me llevo la pelota o la pincho.
Es un aviso a navegantes. Los dirigentes del PP deseosos de seguir los pasos de Canal 9, pero que no tenían los arrojos suficientes para tomar la medida, van a ver qué pasa en Valencia tras el fundido a negro de su televisión autonómica. Si la sociedad civil no se levanta, si las encuestas no se resienten, tomarán la misma decisión.
Pero como en este barco hay más navegantes, también es un aviso para ellos. En este caso los sindicatos. Instalados muchas veces en un inmovilismo alejado de la realidad de la calle, del día a día del resto de los mortales. En Valencia han tirado tanto de la cuerda que al final se ha roto. El cierre de Canal 9 demuestra que se puede romper. El resto de comités de empresa de las demás tv públicas de España deberían tomar nota y saber hasta dónde pueden tensar sus peticiones. Es hora de amplitud de miras, de saber que hay veces que sólo lograrán un mal acuerdo, pero eso es mejor que un "no hay acuerdo porque no hay tele".
He defendido aquí mil y una veces las televisiones autonómicas públicas. Hoy me toca hacerlo una vez más.
Son el motor indispensable de la industrial audiovisual de una región. El cierre de Canal 9 es también el cierre de multitud de empresas del sector que harán aumentar el despido de trabajadores hasta cifras muy superiores a los 1.66 trabajadores que estaban en un principio implicados en el ERE. Es la defunción del sector audiovisual valenciano.
Son la manera de vertebrar una comunidad. A partir de ahora, para ver por tv (el medio de comunicación masivo por excelencia a años luz del resto) una noticia de Valencia los valencianos tendrán que acudir a Antena 3, Tele 5 o TVE que, como sabemos, dan un especial trato informativo a todo lo que sucede más allá de la Comunidad de Madrid (modo ironía ON). El Valencia CF, el Levante CF, el Villareal o el Elche pueden despedirse de su información diaria en tv. Sus seguidores deberán buscar la actualidad de esos equipos por otros medios menos masivos. De los deportes minoritarios ya mejor ni hablar.
Ver la ofrenda floral de la "Cheperudeta" por televisión, la única manera que tenían las personas mayores de acceder a una fiesta tradicional como esa; o ver una mascletá o información sobre las fallas, etc... será muy complicado porque eso para una tele nacional no es rentable.
Y es que el mercado está muy bien cuando las cosas las puede pagar el sector privado. Pero hay servicios públicos que por el hecho de no ser rentables no dejan de ser necesarios. Como una línea de autobús alejada del centro, una sucursal de una caja de ahorros en un pueblo de menos de 1.00 habitantes, o una carrera universitaria de filología húngara. Pero hay que ofertarla.
Hoy todos miramos a Valencia y esperamos la reacción de su sociedad ante la decisión de su gobierno. De ello dependerá, seguramente, el futuro del resto de televisiones autonómicas de España.
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