lunes, 20 de agosto de 2012

Tony Scott fallece al tirarse de un puente colgante en Los Ángeles

Como un personaje de sus propias películas, Tony Scott, director de cintas tan míticas en el género de la acción como Top Gun, Amor a quemarropa o El último boy scout, acabó sus días tirándose desde un puente colgante de Los Ángeles. No lo ha tirado nadie, no se ha caido. Se ha tirado. Creo que la manera que ha elegido para morir no es casualidad.
Justo ahora que sonaba con insistencia la vuelta del hermano menor de Ridley Scott a la dirección para hacerse cargo de la segunda parte de Top Gun, 25 años después de su estreno. Un proyecto que el propio Tom Cruise había manifestado como "ilusionante", y el productor Jerry Bruckheimer dispuesto a financiar.
Scott ha dejado una nota aclarando los motivos de su decisión en su casa en una nota que, de momento, no ha trascendido. Ni ganas. Si alguien decide que hasta aquí ha llegado pues la verdad es que es una lástima no poder ayudarle para que cambie su opinión, pero si consuma su intención no hay nada que reprochar, nada que decir.
Experto en películas de acción, siempre me pareció un director olvidado e infravalorado. Todo lo contrario de su hermano, por cierto. Y sin embargo, dentro de ese género ha habido pocos como él en los últimos 20 años. Si algo caracterizaba el cine de Tony Scott era la acción sin excesivos efectos especiales, por eso, quizás, en los últimos tiempos donde el 3D y los cromas lo inundan todo, se había quedado un tanto fuera de juego.
Para la historia quedan ya imágenes míticas de sus pelis, personajes magistrales y el comienzo de una película más chulo que he visto: El principio de El último Boy scout. Os dejo las dos primeras escenas.



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